Tratándose del festejo cultural más grande del País, que además representa una importante entrada económica, la alcaldesa de San Juan Carmen Yulín Cruz decidió continuar con la celebración de las Fiestas de la Calle San Sebastián, a pesar de las opiniones de un sector de que debieran ser canceladas en solidaridad con las personas damnificadas por los terremotos en la zona suroeste de la Isla.

“La empatía se demuestra de muchas maneras”, apuntó ayer la ejecutiva de la ciudad capital en entrevista telefónica con Primera Hora. 

Una de estas, dijo, es la “ayuda inmediata”, por lo que en la noche del miércoles visitó los pueblos de Ponce, Guánica y Lajas llevando suministros a los refugios. “Creo que la solidaridad se demuestra todos los días, pero con mayor intensidad en los momentos de dificultad”, agregó.

“El país ha tenido una situación distinta a la de (los huracanes) Irma y María, hay unos compatriotas que están heridos y necesitan todo nuestro apoyo, habemos otros que no hemos sufrido en carne propia lo que es perder un hogar, pero estamos en posición de ayudarlos”.

El 50 aniversario de las fiestas iniciará el miércoles 15 de enero y se extenderá hasta el domingo 19, y a lo largo de los cinco días los asistentes tendrán varias maneras de cooperar con las personas que han perdido sus hogares, o que ahora mismo tienen casas inseguras. Bajo el nombre “Operación mirando al sur”, el municipio de San Juan establecerá centros de acopio de artículos de primera necesidad (artículos de higiene personal, agua, pañales para niños y adultos, medicamentos, toallas húmedas y comida para perros) en los dos puntos de trasbordo para las fiestas: Estadio Hiram Bithorn y la estación Sagrado Corazón del Tren Urbano. Igualmente, al comprar el boleto de ida y vuelta en los medios de transporte colectivo, las personas podrán optar por hacer un donativo.

El cartel conmemorativo de este cincuentenario es una obra del maestro Antonio Martorell que, en lugar de ser regalada, será vendida en el vestíbulo del Teatro Tapia y los recaudos irán al fondo de “Operación mirando al sur”. Habrá 500 copias.

Yulín Cruz expuso que tomó la determinación de continuar con el tradicional evento cultural de alcance internacional después de corroborar que se esperan siete cruceros, las hospederías del Viejo San Juan y otros puntos de la capital mantienen las reservaciones para la fecha, además del pedido de la Asociación de Comerciantes del Viejo San Juan de que no las cancelara.

“Es una forma de decirle al mundo que tenemos dificultadas, las afrontamos, pero entendemos la responsabilidad de los que estamos en mejor posición y eso es ayudar”.

Mencionó que no ha tenido comunicaciones por parte del Gobierno central para que reconsidere la celebración del evento. Tampoco conoce de cancelaciones del Fiestón Cultural que realiza el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) paralelo a las fiestas, ni de las que realiza el pueblo de Cataño para las mismas fechas.

Seguridad durante la SanSe

Los planes de seguridad y desalojo durante las fiestas se mantienen básicamente iguales a los establecidos en años anteriores, aunque con algunas medidas reforzadas.

“Comenzamos en el 2018 teniendo generadores en todas las tarimas, por si ocurre cualquier situación y me remito a cuando hirieron a una persona en el 2016, en 40 minutos desalojamos el Viejo San Juan y ese evento tenía la misma posibilidad de crear una situación de pánico”, recordó.

Entre las medidas de seguridad, se reforzarán las tarimas, se marcarán con cintas adhesivas fluorescentes las rutas de desalojo y constantemente se repetirán las rutas de desalojo en las distintas tarimas. Uno de los puntos de encuentro en caso de advertencia de tsunami, por ejemplo, es la explanada de El Morro.

“Las grandes ciudades demuestran su fortaleza cuando tienen grandes retos y deciden enfrentarlos. En Nueva York no cancelaron la actividad de Año Nuevo después de las Torres Gemelas, tomaron unas medidas adicionales. Así que a través de las tarimas vamos a estar recalcando cuáles son las rutas de desalojo. Como todos los años, pero este año doblaremos el esfuerzo”.

Para esa labor de desalojo, estarán disponibles 217 ujieres de seguridad, 662 policías municipales, 564 estatales y 150 agentes privados. Otras medidas de seguridad incluyen 300 cámaras, 135 torres de luz, 21 generadores y una torre de vigilancia.

“Nadie quiere que ocurra otro terremoto, pero de ocurrir cualquier situación, tomaremos la decisión que tengamos que tomar en ese momento. Cuando desgraciadamente en el 2013, a dos días de ser alcaldesa, hubo una muerte, tomé la decisión que la fiestas terminaban por ese día. Al otro día las continuamos. No esperamos tener que hacer eso, porque el riesgo lo ha habido en los pasados 50 años”.