Muchos boricuas radicados en Estados Unidos están preocupados porque los paquetes con suministros que enviaron hace casi dos semanas a sus familiares en la Isla, aún no han llegado.  

Hace tres semanas que Elba Franceschini – una boricua residente en Kissimmee, Florida- no pega un ojo pensando en las viscisitudes que pasa su familia en Puerto Rico, tras el paso del potente huracán María, un fenómeno que azotó con furia a la Isla y la ha dejado sumergida en una crisis humanitaria sin precedentes.

Con este tormentoso escenario en mente fue que Elba preparó -con ayuda de amigos- ocho paquetes con suministros que incluían alimentos, productos de bebé y otros artículos que servirían de aliciente a la situación que atraviesan sus parientes en San Juan y Ponce. 

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Los paquetes, según contó la mujer vía telefónica a este diario, fue enviado mediante el servicio de “Priority Mail” el 2 de octubre desde una oficina de correo postal federal (USPS), donde le dijeron que sus familiares lo recibirían el 5 de octubre. El costo de envío fue de $190.

“Pero resulta que todavía las cajas no están en San Juan, sino en una oficina en New Jersey, según el tracking (rastreo) que hicimos”, relata quien reclamó al servicio postal para que le dieran un crédito considerando que no se cumplió con el servicio de entrega rápida pero, al parecer, hubo un rechazo a  tomar esta acción.

Mientras tanto, los días siguen pasando, la ayuda a la familia de Elba -quien hizo su denuncia a través de Facebook- no llega y la frustración continúa quitándole el sueño.

“Es triste saber que nuestra familia necesita ayuda y que pongan tropiezos para que lo que nosotros estamos haciendo desde acá -poco  o mucho- no tenga efecto en Puerto Rico… honestamente, creo que hubiera sido más fácil que comprara un pasaje y hubiera ido personalmente a llevarles lo que necesitaban”, exclamó Elba.

Igual angustia atraviesa Mirna McHone, una ponceña que vive hace algún tiempo en Virginia, desde donde le envío el 26 de septiembre unos paquetes a sus hermanas en la Isla. Las parientes aún no han recibido los artículos y un sobre que contenía $300 en efectivo.

“Estoy indignada con el correo de Estados Unidos porque pagué un dineral para que mi familia recibiera esos paquetes enseguida y al sol de hoy no ha llegado nada. Llamé para exigir una explicación y ahora dicen que el cartero lo llevará a la mano. Pero no sé ni qué creer”, expresa quien, desesperada, viajará este viernes a Puerto Rico a entregar productos personalmente a sus seres queridos.

Hace dos semanas también que Rosa Rodríguez, quien vive en Pennsylvania, le envío comida, baterías D, abanicos y otros artículos de “supervivencia” a su mamá y hermana, quienes viven en Ponce.

“Y todavía no han llegado… y es un desespero grande el que tengo porque uno mira las noticias acá y sabemos que hay gente pasando grandes necesidades. Entonces, uno trata de  ayudar por este medio y mira lo que pasa: no llegan”, expresó.

“Hay que tener paciencia”

El gerente de mercadeo del Servicio Postal en el distrito del Caribe, Martín Caballero, dijo comprender la preocupación que tienen los puertorriqueños en la diáspora por la dilatación de llegada de paquetes enviados desde Estados Unidos, pero los exhortó a tener paciencia mientras el proceso se normaliza.

“Tengan calma y paciencia que todos los paquetes van a llegar. Obviamente, estamos manejando un volumen que sobrepasa lo normal. Hubo una interrupción en el servicio de Puerto Rico (por el paso del huracán) y ese efecto todavía se siente. Pero Poco a poco vamos a ir normalizando la entrega de cartas y paquetes”, dijo Caballero quien instó a los clientes a asegurar los paquetes por el valor del contenido.

Agregó que desde el pasado 27 de septiembre  USPS comenzó a reanudar operaciones poco a poco y, actualmente, todas las oficinas están dando servicio de cartería “entregando correspondencia en la calle”.

“Ocho de esas oficinas están consolidadas en otras dependencias de la misma agencia”, expresó. Para información al respecto pueden acceder www.usps.com

En cambio, dijo que muchas veces el proceso se ve “limitado” por la falta de servicio de energía eléctrica.

“Nuestro sistema de recuperación, como ha sucedido con otras empresas públicas o privadas, ha tenido contratiempos por la falta de electricidad. Eso provoca que nuestro sistema de internet e informática esté inestable y se afecten algunos procesos. Mientras eso no se resuelva, no puedo precisar cuándo volveremos completamente a la normalidad”, dijo el ejecutivo que días antes había reiterado a este diario que para fiscalizar la seguridad de los envíos, un gran número de inspectores postales se encuentra en Puerto Rico.

De otra parte, se insta a la ciudadanía a recordar que está prohibido enviar a Puerto Rico productos perecederos como lo son las frutas frescas. Además, tener conciencia que los paquetes tienen un límite de peso de 70 libras y las cajas no pueden exceder las 130 pulgadas.