Los contagios de influenza en Puerto Rico se han disparado de forma descomunal durante las pasadas semanas, causando preocupación entre los líderes de los principales gremios de médicos, que urgen al Departamento de Salud a declarar una epidemia del virus respiratorio en el País.

Al mismo tiempo, advierten, el escenario pudiera complicarse pues comienza a escasear en los laboratorios de la Isla el kit que se requiere para realizar la prueba de detección del virus en pacientes y las vacunas para prevenirlo.

“No entiendo cómo el Departamento de Salud no ha decretado la epidemia... no entiendo la lentitud cuando sabemos que la situación se salió de control”, cuestionó el presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría (SPP), Gerardo Tosca.

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La epidemióloga del Estado, Carmen Deseda, quien no estuvo disponible ayer para una entrevista, expresó hace unos días a Primera Hora que aunque Salud se mantiene “vigilante” a la incidencia de casos, los reportes recibidos en la agencia “no demuestran que estamos en epidemia”.

Sostuvo que para decretarla “tiene que haber cuatro semanas consecutivas con casos sobre los valores epidémicos. Y eso no ha sucedido”.

El portal de la agencia señala que para la tercera semana del año -que comprende del 13 al 20 de enero-, se reportaron en Puerto Rico 1,464 nuevos casos de influenza. Mientras que en la segunda se contaron 1,030 casos. Para tener un nivel de alerta, Deseda insiste, sería de 1,500 diagnósticos.

En lo que va de la temporada 2017-2018 se han registrado más de 10,000 casos y de éstos 459 han requerido hospitalización. En su inmensa mayoría, los pacientes son menores entre cero y nueve años de edad.

La región de Ponce es la de mayor incidencia, y los municipios de Adjuntas, Peñuelas, Comerío, Barranquitas, Coamo, Santa Isabel y Rincón, tienen la cifra más alta de diagnósticos. 

Pero, ojo, excepto Culebra, todos los pueblos han reportado pacientes con la enfermedad que se presenta entre dos y cuatro días después del contagio con síntomas como fiebre, tos, dolor de garganta, congestión nasal, dolor de cabeza y muscular y fatiga.

“Lo recalco: son muchos los casos que se están atendiendo. Esto es preocupante y, en ocasiones, son pacientes que se nos están complicando y culminan en intensivo porque se deshidratan y terminan con una pulmonía infiltrada”, denunció Tosca al asegurar que durante las últimas semanas siete de 10 niños que atiende en su consultorio dan positivos al virus. 

La alarma se extiende al presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, el también pediatra Víctor Ramos, quien describe como “dramático” el acelerado nivel de contagio que hay en Puerto Rico del virus, que el año pasado provocó la muerte de 14 personas.

“Los médicos, que somos los que estamos en el ‘field’, sabemos que hay una epidemia... y tenemos muchos casos de niños que se están poniendo bien malos”, expresó al destacar que en la última semana una institución hospitalaria pediátrica del área metropolitana detectó 357 casos positivos. 

“Y eso es un montón considerando que el peligro esta temporada es que la cepa de influenza AH3N2 es más severa y está causando un nivel alto de morbilidad de niños en Estados Unidos... y no dudamos que el virus tenga el mismo comportamiento aquí”, manifestó.

Hasta la fecha, en Estados Unidos se han registrado 37 muertes de niños con la enfermedad vírica, catalogada la más severa en los últimos años, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC). De hecho, esta entidad informó recientemente que Puerto Rico se suma a 49 estados con transmisión extendida del virus.

“Tenemos que prepararnos para enfrentar una crisis como en el 2009, cuando tuvimos la situación con la influenza de la cepa AH1N1... se piensa que este año será el más fuerte en los últimos 10 años”, advirtió.

Por su parte, el director médico del Hospital HIMA San Pablo en Cupey, Raymond Sepúlveda, aseveró que entre un 10% y un 12% de las personas que se atienden en sala de emergencia llegan con los síntomas de influenza.

“Coincido en que los pacientes pediátricos -al igual que los que tienen condiciones crónicas- son los más complicados”, dijo al anunciar que hospitales HIMA estará vacunando de forma gratuita mañana y el viernes en sus clínicas de Bayamón y Cupey, en horario de 9:00 a 11:00 de la mañana.

Todos los profesionales coincidieron en que urge iniciar una campaña agresiva de prevención en el que se enfatice que la vía más importante a estos fines es la vacunación.

“Es importante que la población se vacune aunque se haya dicho que este año la vacuna solo protege un 30% contra la nueva cepa AH3N2... pero mejor es algo que nada, sobretodo para minimizar la severidad de los síntomas si el paciente se contagia con las otras cepas”, dijo Tosca, quien mostró preocupación de que se suscite una escasez de vacunas “pues no están llegando con la frecuencia que se requiere y que conlleva la incidencia de casos”.

Mientras, Ramos indicó que a través de la coalición VOCES se llevará a cabo un proceso de inmunización masiva el 9 de febrero en la cancha Mario Quijote Morales, en Guaynabo. 

Según publicó El Nuevo Día, del 1 de agosto del año pasado al 25 de enero del año en curso se han vacunado 93,770 personas, lo que representa un 2.8% de la población.

Escasean las pruebas

El cuadro epidémico de influenza que se percibe en Puerto Rico se complica con la denuncia de que comienza a escasear en el país los kits que utilizan los laboratorios para detectar si un paciente tiene el virus respiratorio.

“Eso es correcto... ahora mismo los distribuidores están confrontando problemas en proveer los productos a los laboratorios. A mí, por ejemplo, sólo me queda una caja y no sé lo que haré cuándo se acabe. Me han llamado de otros laboratorios porque se les agotó el kit, pero, lamentablemente, no puedo resolverles”, dijo Lina García, propietaria de Laboratorio Clínico Paseos con oficinas en Cupey y Hato Rey.

Mientras, Alfonso Pardo, presidente de Bionuclear, una empresa dedicada a la venta y distribución de materiales en 780 laboratorios alrededor de la Isla, confirmó que los fabricantes de la prueba en los Estados Unidos, están confrontando problemas para cumplir con la alta demanda que hay del producto.

“Los casos de flu han sobrepasado los niveles allá y los fabricantes no dan abasto... a nosotros nos están llegando los productos a cuentagotas. Si la cosa sigue así no se va a poder cumplir con la demanda local que existe y que aumentará en los próximos días”, dijo al agregar que se espera un despacho “considerable” de kits para el 12 de febrero.

Por lo pronto, Bionuclear tratará de complacer a algunos de sus clientes con 400 pruebas que recibieron ayer por parte de un suplidor.