El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, admitió hoy que la falla en la logística entre el Gobierno central y las empresas distribuidoras de gasolina ha sido el problema para abastecer a las gasolineras, una semana después del paso del ciclón María.

"La limitación más grande ha sido la logística", dijo Rosselló a periodistas en el Camp Santiago, base militar en Salinas, al sur de Puerto Rico, desde donde varios vehículos militares se abastecieron de agua para su posterior distribución, además de artículos de primera necesidad para damnificados del mencionado municipio.

El jefe del Ejecutivo hizo la admisión casi una semana después del azote de María sobre Puerto Rico, donde los habitantes de la isla han hecho colas de mínimo seis horas buscando combustible para sus vehículos o generadores de electricidad, que funcionan con gasolina, gas o diesel.

Estas enormes filas se deben a, entre otros, la destrucción de decenas de gasolineras por el viento y la falta de transportistas, muchos de ellos incomunicados por la caída del sistema de telecomunicaciones tras el paso del ciclón.

Ante la falta de camioneros, el Gobierno pidió a todo aquel que sea transportista y que tenga licencia para manejar camiones cisterna que se reporte.

Por ello, equipos expertos de transporte de combustible, medicinas e ingeniería de los estados de Nueva York Nueva Jersey, Florida, Maryland y Virginia llegarán próximamente a la isla para ayudar a disminuir el caos en la isla transportando vagones con todo tipo de ayuda desde los puertos.

"Ya millones de galones de gasolina se están distribuyendo a través de todo Puerto Rico. Y ya hay 533 gasolineras abiertas alrededor de la isla", aseguró el gobernador puertorriqueño.

El diesel es uno de los combustibles más reclamados en la actualidad ya es usado por los camiones de transporte, así como generadores de electricidad industrial en hospitales, hoteles y restaurantes.

Tras el azote de María, el Gobierno de Rosselló "energizó" primeramente al Centro Médico de Río Piedras (San Juan) "para recibir a todos los enfermos en estado crítico", y luego al Hospital San Pablo en Bayamón y Mayagüez.

Asimismo, el Gobierno central trabaja en conjunto con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) para distribuirle diesel a 29 hospitales en la isla, y esperan la llegada del barco-hospital estadounidense USNS Comfort, que puede recibir hasta 1,000 pacientes.

"Entendemos la gravedad de la situación. Se está actuando con premura, se está colaborando con el Gobierno federal. Ahora la importancia es la ejecución", dijo Rosselló.

La intranquilidad de los puertorriqueños no solo se avista en la espera de horas por abastecer sus autos o generadores de electricidad con gasolina, sino también por la falta de agua y comida.

Ante esto, Rosselló dijo que hoy mismo, las agencias federales activadas en la isla suministraron agua y comida a 100 refugios para abastecerles para entre cinco y seis días.

Asimismo, estos equipos estadounidenses suministrarán comida, diesel, recurso humano de seguridad, transporte, las operaciones de energía eléctrica y telecomunicaciones "como prioridad para que Puerto Rico salga de esta emergencia, llegar a la estabilidad y comenzar la reconstrucción".

"La devastación ha sido extrema. La respuesta debe ser sin precedente. Y hay que reconocer que nuestra topografía nos limita", señaló Rosselló ante la dificultad de transportar cualquier tipo de ayuda desde los Estados Unidos hasta la isla.