Las entidades y organizaciones sin fines de lucro coinciden en que sin el esfuerzo y compromiso de los voluntarios, no sería posible lograr el impacto necesario en la sociedad, dado el ahorro que significa el contar con la labor desinteresada de cada persona.

“El total de voluntarios para la respuesta ante la emergencia de María fue de 2,044. De estos, tuvimos un total de 1,165 voluntarios puertorriqueños. Si calculamos el valor del trabajo solamente de los puertorriqueños, a base del salario mínimo federal de $7.25 la hora, la Cruz Roja tendría que invertir cerca de $67,750 diarios”, estableció Rosemarie Valdez, gerente de comunicaciones y mercadeo de la Cruz Roja Americana.

En el caso de Iniciativa Comunitaria, la historia se repite. Entre los meses de septiembre 2017 y agosto 2018, la organización contó con el servicio de 599 voluntarios, entre los que ofrecieron ayuda en la Clínica Bantiox en Toa Baja, clínicas móviles en 27 pueblos de la Isla y en el Programa Operación Compasión, entre otras áreas. De tener que pagar por empleos para cubrir esas necesidades, la misión que llevan a cabo no sería posible.

“Cada voluntario de esos 600 realiza un día de servicio completo de ocho horas, eso representaría una inversión de $34,800 a base del salario mínimo. Estos números son especulativos porque en la organización recibimos voluntarios que vienen una o dos veces, y otros que vienen de forma recurrente y hacen muchas horas. De igual forma, hay ciertas labores voluntarias que son especializadas y pueden ser medidas con una escala salarial mayor, como a $10 la hora, aumentando así la inversión que tendríamos que realizar”, explicó Álex Serrano, director de relaciones con la comunidad de Iniciativa Comunitaria, Inc.

Por su parte, El Faro de Animales en Humacao no cuenta con muchas manos locales, por lo que establecen que su misión no sería realizable sin el servicio de voluntarios de los Estados Unidos.

“A pesar de que no contamos con muchos voluntarios fijos, y algunos que vienen esporádicamente, sí contamos con unos que vienen desde Estados Unidos. Ellos vienen cuatro veces al año, traen una veterinaria y trabajan por una semana para luego hacer un grupo de animales y se los llevan a los Estados Unidos, donde les buscan un hogar. Sin esa ayuda -que ronda los $100,000-, la misión de El Faro de Animales no sería posible”, aseguró Lisa Arias, directora de ventas del albergue.

Mientras que la Sociedad Americana Contra el Cáncer, la organización de salud con la base voluntaria más grande de la nación americana, cuenta con aproximadamente 15,000 personas que hacen labor de manera desinteresada en Puerto Rico, por lo que les sería “imposible” brindar sus servicios sin estas manos amigas. 

“Muchos de nuestros voluntarios invierten su tiempo en nuestros eventos, en las oficinas regionales y mesas educativas. Si calculamos al menos cuatro horas a $7.25 por los 15 mil voluntarios serían $435,000. Nosotros recaudamos fondos para ofrecer programas y servicios a nuestros pacientes de cáncer, por lo que pagar esta cantidad, contemplando que se trata solo de cuatro horas de trabajo, cuando en realidad la mayoría de los voluntarios invierten más tiempo, sería imposible”, destacó María Cristy, vicepresidenta control de cáncer y servicio al paciente.