“Estamos pasando las de Caín” y el gobierno “no nos ayuda”.

El presidente de la Federación de Taxistas, Juan De León, dijo que se están ganando a la semana de $60 a $70, mientras muchos han optado por dejar el carro en su casa. Los que alquilan un taxi lo han entregado. Ejemplificó el caso de uno que tiene siete carros parados en la marquesina.

“Donde hay un poco de movimiento es en el aeropuerto con bien poco público local y los turnos están de sobre ocho horas”, dijo al mencionar que un taxista puede llegar a las 8:00 a.m., “coge un turno y viene saliendo de 3:30 a 4:00 p.m. con su único cliente, y así pierden el día”.

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Los que están cogiendo el servicio, en su mayoría, pagan unos $9, porque lo que van a rentar es un carro en la marginal del aeropuerto.

“El promedio del día que se está dando es de unos $25. Si estás 8 horas aquí, también tienes que comer… (el almuerzo está como en $7), más la gasolina. O sea, estás llevando a tu casa prácticamente nada. Yo conozco compañeros que están desesperados y hasta están durmiendo aquí (en el aeropuerto, que está trabajando a medio posillo)”, indicó a Primera Hora.

Por ejemplo, un taxista, con carro propio, se puede estar ganando $150 semanales, le restas la gasolina (en promedio $30), más el almuerzo, “estamos hablando de $60 a $70 a la semana”.

Unos 400 taxistas se encuentran en esa área a ver si cae algún pasaje. Un martes como hoy, que es flojo, había unos 200 y pico, en el primer turno. En la zona de San Juan hay unos 1,300 taxistas y a nivel Isla son casi 4,000, dijo De León. 

Aceptó que mucho de sus compañeros llevan agua en neveritas y se pasan comiendo “galletas ritz” para no gastar en almuerzo.

Mientras, el líder de los taxistas confesó que está “sentido con el Gobierno” porque aunque ha hecho muchas gestiones para lograr que los ayuden no los han tomado en cuenta. Le ha enviado textos a jefes gubernamentales y han caído en un hoyo negro.

“La última gestión fue con el director de la Compañía de Turismo (José Izquierdo) y todavía estoy esperando su contestación… No tenemos ninguna ayuda, esto está bien feo”, admitió.

Por ejemplo, la petición a Izquierdo fue que durante la crisis para comprar gasolina se les permitiera usar la fila para los que laboraban en la emergencia.

“¿Cómo podíamos venir a trabajar si teníamos que hacer largas filas?”, cuestionó al agregar que en esos días hubo movimiento de pasajeros porque viajó mucha gente a saber de sus familiares que estaban incomunicadas.

“Pero entonces no podíamos ir a llevarlos porque, o la gasolina no nos daba para regresar o no teníamos dónde echarla”, sostuvo al mencionar que “estuvimos varios días atrapados”.

Virgilio Hernández en uno de los  taxistas del aeropuerto y confirmó a Primera Hora que el viernes pasado, cuando llegó el vicepresidente Mike Pence, ganó $15. Luego de casi siete horas consiguió una pasajera y como tuvo que dar mil vueltas por el tapón que había, aunque el pago debió ser de $20, la clienta le dio $15.

“El sábado, en la misma cantidad de horas gané $20, con un pasaje a Carolina (que es por metro). El día sale gratis y tienes que poner más de lo tuyo”, condenó al agregar que “la cosa está tan aguda que algunos compañeros están entregrando hasta las hipótecas… Y somos mucho padres de familia que vivimos de esto”.

De los que alquilan los taxis dijo que ante la crisis “no les da para vivir ellos ni para el dueño de la tablilla”.

Por su parte, De León aceptó que “esto está manga por hombro” y la crisis es tal que hasta están evaluando la posibilidad de “poner los carros a trabajar, los números pares un día y los impares otro”.

Le suplicó al Gobierno “que evalúe la situación y tome cartas en el asunto. Nos han dejado a un lado, se han olvidado de la transportación de los taxis turísticos y los de la Isla… También estamos pasando necesidades. Que nos den algún tipo de ayuda, como el Departamento de Trabajo… que envíen  personal para que nos orienten y que personal de FEMA pase por aquí y no ayude a llenar los papeles, porque estamos sin comunicación”, enumeró como parte de sus necesidades.

Igual situación están confrontando los conductores de Uber. 

El conductor José Perelló, que en un momento estuvo al frente de la Asociación de Conductores de Empresas de Red de Transporte (ACETR Inc.), que ya no existe, dijo que se afectó el servicio porque la plataforma que usan no funcionó ante los problemas de comunicación.

“Ahora la plataforma está arriba, y se está trabajando solo en San Juan, Bayamón y Carolina. En las demás áreas está restringida por que la comunicación está malísima. Hay muy pocos compañeros trabajando, son viajes bien cortos, y los viajes que se están haciendo son locales…”, dijo al estimarlo en 40 a 50 empleados. 

Desconoce cómo se han afectado sus compañeros tras el paso del  huracán María, por la misma falta de comunicación. “Yo hace tres días que tengo señal… y me tengo que mover de casa para poder hablar”, indicó. 

Perelló tiene un grupo de WhatsApp donde se comunican más de un centenar de compañeros y a quienes les aclara dudas.

“Hasta ahora los muchachos (del grupo) que están trabajando tienen que hacer un poco más de esfuerzo. Si antes trabajaban 8 horas, ahora quizás trabajan 12”, mencionó al explicar que ellos se establecen unas metas y cuando las cumplen dejar de laborar por ese día.