En medio de una estación de heno, una cebra africana, una vaca escocesa y un caballo de paseo se alimentan del mismo sitio. 

A pocos metros de distancia, seis watusis africanos, tres bisontes norteamericanos y otro búfalo asiático permanecen impávidos, mientras un avestruz, también africano, protege un huevo de cinco libras que acaba de poner.

La escena no pertenece a un parque temático en las planicies sudafricanas, ni tampoco a un zoológico en Estados Unidos o Europa. Se trata de la finca West Hay Farm en Lajas, propiedad de Georgie Ferrer y su familia, que posee una extensa variedad de animales exóticos o poco conocidos en la Isla.

El interés de Ferrer por coleccionar especies particulares nació de la intención de presentar al público animales que no existen en la Isla como parte de la Feria Anual Agrícola del Valle de Lajas, que se celebra desde hace casi dos décadas en sus terrenos.

Pero con el pasar de los años, se ha convertido en un pasatiempo familiar, ya que cada año agregan más animales a su peculiar colección de mascotas.

“Cuando empezamos la feria en el 2000, queríamos que se promoviera la reserva agrícola y teníamos una carpa para exhibiciones de animales. Comenzamos con toros, vacas, cabros y ovejas. Para el tercer año, queríamos exhibir otros animales y para eso, tuvimos que adquirir los permisos del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales estatal y otros del gobierno federal porque muchas de esas especies están restringidas y tienen unas regulaciones”, contó Ferrer, de 63 años y cuya finca de 2,183 cuerdas se especializa en la venta al por mayor de heno. 

Poco a poco, su colección de animales fue ampliándose y hoy cuenta con sobre 50 especies exóticas, algunas en su finca de Lajas y otras, incluso, en los terrenos de su residencia en Cabo Rojo. 

Entre ellos, hay monos, camellos, lobos, cebras, watusis, búfalos, venados, avestruces, canguros, camellos, llamas del Perú y hasta caimanes.

La mayoría de los ejemplares los adquiere de otras fincas en Estados Unidos, pero luego de pasar por un estricto proceso de evaluación de las autoridades federales, incluyendo el Animal and Plant Health Inspection Service, adscrito al Departamento de Agricultura Federal, según aseguró. 

Georgie Ferrer ha mostrado interés en adoptar a Mundi, en el lugar donde alberga variadas especies de animales.

“Hay que tener una certificación estatal y otra federal. Primero, al gobierno federal le informas que tienes interés en adquirir una especie en específico. Ellos evalúan que esté regulada, que sea viable, te investigan, te visitan e inspeccionan el lugar donde lo vas a tener, etc. Si cumples con todas las especificaciones, entonces te dan el permiso y luego es que puedes comprar el animal, no antes”, subrayó Ferrer.

“Nosotros siempre nos estamos educando, porque cada animal tiene unas necesidades básicas que debes conocer. También tenemos varios veterinarios que visitan regularmente a los animales”, añadió.

Según el reconocido agricultor, toda su familia se ha involucrado en ese “hobbie”.

“Mi hija, Xiomara, es bióloga y ella se encarga de la carpa de los animales en la feria. Y mi nieta, Andrea, tiene 10 años y ya dice que va a estudiar para veterinaria”, destacó Ferrer, quien adelantó que, para la próxima feria en julio, espera adquirir una pareja de antílopes Ñus africanos.

“Uno se siente realizado porque estoy haciendo algo que me gusta y, a la vez, una vez al año la gente pueda ver esos animales en la feria”, señaló.

Con espacio para Mundi

Ferrer ha dicho recientemente que estaría dispuesto a acoger a la elefanta Mundi en sus terrenos como última alternativa para evitar que se la lleven fuera de Puerto Rico.

“La posición que nosotros tenemos es que el gobierno recapacite, que mantenga el zoológico (Dr. Juan A. Rivero en Mayagüez) abierto y que Mundi siga en el zoológico. En caso de que el gobierno no quiera seguir administrando el zoológico, que se le pase al municipio de Mayagüez a través del Fideicomiso. Pero si por alguna razón, ninguna de las dos cosas se da, entonces, como última alternativa, para no llevársela de Puerto Rico, nosotros estaríamos dispuestos a cuidarla, pero solo en calidad de custodios”, sostuvo Ferrer.

El empresario indicó que en sus terrenos cuenta con unas 12 cuerdas habilitadas con especies de árboles endémicos del África, como la acacia y el rolón, así como una piscina natural, idóneos para que Mundi se sienta “como en África”. 

Agregó que a la paquiderma no le faltaría atención médica o de alimentación.

“A otra persona le sería bien oneroso, pero en nuestra finca, lo que producimos es lo mismo que todos estos animales consumen, heno”, sostuvo.

Dijo que el pasado 28 de octubre le entregó personalmente una carta al gobernador Ricardo Rosselló solicitándole la custodia de Mundi, pero aseguró que no ha recibido contestación.

“Nosotros no estamos solicitando que nos la regalen, como a Carol Buckley. Nosotros nos ponemos a la disposición de cuidarla. Mundi seguiría siendo del Estado… Yo no estoy en las de comprar un elefante. Estoy en las de salvar lo que tenemos”, acotó.