Fue el trabajo de un pueblo unido.

Por años, una estructura abandonada y sucia en la calle Barceló, esquina con la calle Washington en Utuado, afeó el casco urbano de este pueblo del interior de Puerto Rico.

Pero este “patito feo” se convirtió en “cisne” este verano cuando un grupo de voluntarios utuadeños decidió trasformar el aspecto deteriorado del edificio en desuso,  y así  brindarle un nuevo aire a la zona.

La idea fue desde el principio usar la bandera de Puerto Rico. El resultado fue deslumbrante. En apenas unos días, la estructura con la monoestrellada se ha convertido en un foco de visita de turistas y locales.

“Eso no se vacía y ahí llega gente a las 4:00 y 5:00 de la tarde y ves que esperan hasta que se prendan las luces para tomarse las fotos”, dijo entusiasmada a Primera Hora la comerciante Olga Sureda, una de las gestoras del proyecto.

Según detalló la dueña de la funeraria Utuado Memorial, fue un grupo de artistas del Centro Cultural y parte de la matrícula de la Asociación de Comerciantes y Profesionales Utuadeños quienes se dieron a la tarea de crear la majestuosa pieza.

(Suministrada)
(Suministrada)

“Un día nos encontramos desayunando uno de los artistas y yo, y ahí fue que salió la idea. Le dije lo que quería, que era la bandera y él le dio la forma”, dijo.

Escogieron el edificio Yumury, porque además de ser una molestia a la estética del lugar, “en la parte de arriba hubo un cuartel de la Policía para la revuelta nacionalista que hubo en este pueblo (1950)”.

“Lo primero que se hizo fue hablar con los dueños del edificio y decirles lo que se quería hacer. Ellos sabían que haríamos la bandera de Puerto Rico. Ellos escribieron una carta evadiendo cualquier responsabilidad y lo que se hizo fue que se cogió el seguro del Fondo del Estado”, indicó para garantizar la seguridad de los trabajadores.

La estructura no pertenece a los edificios históricos del Instituto de Cultura Puertorriqueña, como se ha rumorado, por lo que no era necesario un permiso especial.

Así, hace menos de un mes, el 25 de julio, comenzaron las labores de limpieza del edificio. De inmediato comenzaron a aparecer voluntarios para ofrecer sus servicios.

“Apareció gente preguntando: ‘¿qué necesitan?, ¿los ayudamos?’… fue algo de todo el mundo”, indicó Sureda.

El municipio brindó un camión con canasta, apareció la pintura, comida, la Policía ayudó cerrando las calles por las tardes para que las labores se pudieran llevar a cabo y la emoción se apoderó de todo un pueblo.

El pasado 5 de agosto terminaron y colocaron la estrella de la bandera en PVC con iluminación. Aunque hasta ayer brillaba con electricidad corriente, hoy comenzaría a funcionar con energía solar.

El área ahora se ha convertido en una parada obligatoria para todo el que pasa por “La ciudad del viví”.

Controversia

El trabajo no ha sido ajeno a la controversia, pues hay personas que han denunciado a través de las redes sociales que la obra “dañó” un edificio histórico, lo que, según Sureda, no es cierto. Además, por cuestiones políticas, algunos han criticado el color azul que se utilizó. Sin embargo, esto no disminuye los ánimos de los comerciantes de Utuado.

“No le vamos a prestar atención a ese tipo de crítica y vamos a seguir restaurando edificios abandonados”, aseguró Sureda.