Más de 350 alumnos del recinto de Río Piedras, de la Universidad de Puerto Rico, continúan en el limbo a solo dos meses de que se concrete el cierre de la residencia estudiantil que ubica frente al campus, conocida como Torre del Norte. 

Las opciones siguen siendo limitadas, adelantó el presidente del Concilio de Residentes de Torre del Norte, Yadiel Suárez Cancel. Los estudiantes, de escasos recursos, deberán reubicarse con otros en alguna unidad de vivienda alterna; solicitar un préstamo estudiantil para costear el hospedaje a partir de agosto o, en una decisión más drástica, desistir de continuar la carrera, enumeró Suárez Cancel. 

“Estamos desde el 23 de marzo a la expectativa… una comunicación del rector interino del recinto (de Río Piedras), Luis Ferrao Delgado, nos avisa de un cierre (del edificio) para hacer mejoras mecánicas y remodelar los interiores; sin embargo, no nos saben presentar un plan de trabajo o decirnos si habrá fecha de reapertura del hospedaje”, dijo Suárez Cancel, estudiante de tercer año de Administración de Empresas, quien recordó que tienen hasta finales de junio para desalojar la estructura. 

Según el alumno, el edificio de 22 pisos y 420 camas, “cumple con todos los permisos, es una residencia estable”, sostuvo tras mencionar que la universidad presentó un informe de 2015 que alude a las malas condiciones de la estructura, pero que -a su juicio- muchas de las fallas señaladas han sido corregidas. 

El Concilio de Residentes pidió a Ferrao Delgado, aseguró el estudiante, un plan de trabajo claro. “Le hemos planteado que los trabajos se hagan por etapas, para que no tengamos que desalojar todos a la vez, pero han declinado esa y otras opciones, como retrasar la fecha del cierre un año y medio”, insistió Suárez Cancel al agregar que el costo por hospedarse en el lugar es de $220 el semestre.

Se les dijo con tiempo 

En tanto, Ferrao Delgado reiteró que “con suficiente antelación, para que pudiesen buscar alternativas de hospedaje para el próximo semestre, desde el pasado 23 de marzo se notificó a los residentes de Torre del Norte sobre el proyecto de remodelación y rehabilitación de esta estructura, como un deber inaplazable y necesario para beneficio de nuestros estudiantes, luego de más de medio siglo de vida y tras la severidad de los daños causados por el paso de los huracanes Irma y María en septiembre del año pasado”. 

El rector enfatizó que “hay un informe de las condiciones ruinosas y deplorables de Torre del Norte que se hizo en el 2015 y que costó $40,000” y reiteró que el proyecto busca mejorar la experiencia de la comunidad que se aloja en esa residencia. 

“Asimismo, a raíz del paso de los huracanes Irma y María, hay otro informe sobre los estragos específicos que causaron estos fenómenos atmosféricos, que sumaron alrededor de $300,000. Las reparaciones que se han hecho desde el informe del 2015 –a los que alude el Concilio de Residentes de Torre del Norte- son menores”, añadió Ferrao Delgado. 

“Nada de lo sustancial -que incluye la puesta en código de muchas y severas deficiencias de infraestructura- se ha atendido, algo que es imperativo e impostergable hacer. Tan pronto como en agosto próximo podrían estar comenzando los trabajos de este proyecto y no cerrarla ahora implicaría demorar todo un año académico más”, concluyó.