“Ya estamos en un repunte”.

Así lo aseguró Bill Burleson, miembro del Task Force Ciudadano, colectivo dedicado a depurar y analizar las estadísticas del coronavirus.

Y es que, a poco más de dos semanas de la flexibilización de parte del Gobierno de medidas para atajar la propagación del COVID-19, el Departamento de Salud reportó este domingo una leve alza en la tasa de positividad en Puerto Rico.

La cifra alcanzó un 6.04%, manteniendo a la Isla en nivel moderada de transmisión comunitaria, según los cuatro indicadores: bajo (azul), moderado (amarillo), sustancial (anaranjada) y alto (rojo).

A diferencia, este número figuraba en 4.56% para el 21 de marzo, según datos analizados por Salud entre el periodo del 13 al 19 de marzo.

Los datos sobre positividad llegaron a un valor mínimo de 3.16% para el 10 de marzo de 2022 y a un valor máximo de 39.50% para el 6 de enero de 2022. Al 21 de marzo de 2022, Puerto Rico se encontraba, preliminarmente, en una tendencia de disminución con una positividad estimada de 4.56%, encontrándose en el nivel bajo de transmisión comunitaria (color azul)”, lee el Resumen Ejecutivo de la Situación de la Epidemia del COVID-19 en Puerto Rico publicado el pasado viernes.

“Ha habido un aumento en la tasa de positividad y eso se está traduciendo en un aumento en contagios nuevos”, indicó Burleson a Primera Hora. “Ahora mismo, tenemos un promedio de 250 casos nuevos diarios. Esto es a siete días y con siete días de atraso, porque la data más reciente está incompleta. Salud la tiene que procesar y depurar para sacarlas depuradas. Ya, incluso con data incompleta, los números están en aumento”, recalcó el también ejecutivo retirado de la industria farmacéutica.

El aumento de casos se está reflejando a 17 días desde que la Orden Ejecutiva 2022-015 entró en vigencia y eliminó la obligatoriedad del uso de las mascarillas nasobucales en la mayoría de espacios cerrados y del requerimiento de presentar evidencia de vacunación o prueba negativa del coronavirus, entre otros requisitos impuestos para frenar los contagios. Empero, la amenaza real podría ser la detección del sublinaje BA.2 de la variante Ómicron, que suele ser más contagiosa que la variante original. Por su parte, el profesor de bioestadística en la Universidad de Harvard, Rafael Irizarry, había advertido de este aumento el 15 de marzo por medio de sus redes sociales.

“Lo más que nos debe estar impactando son las aglomeraciones”, analizó Burleson. “Hay personas que ya con estas flexibilizaciones también no quieren usar la mascarilla (aunque) esos son los menos”, agregó. El experto aseguró que sostuvo una conversación con personal de Salud, quienes le prometieron que la agencia va a “darle duro” en sus esfuerzos de vacunación.

Aunque este aumento podría replicarse en las semanas próximas, máxime por la actividad que podrían generar los días festivos venideros y la aglomeración de los múltiples conciertos que se han celebrado, no se percibe que el repunte sea tan severo como los del 2021, cuando aparecieron las variantes Delta y Ómicron.

“No creo que va a ser tan fuerte como con Ómicron, por la vacunación, el uso de la mascarilla y, también, cuando las personas se enferman desarrollan una inmunidad natural. Estamos hablando de cientos de miles de personas que se contagiaron. Eso también es muy probable que esté evitando tener un repunte tan fuerte”, explicó.

Desde el inicio de la pandemia en el 2020, el Departamento de Salud ha reportado 269,259 casos confirmados detectados por prueba moleculares y 210,210 casos confirmados detectados por pruebas de antígeno.

Para evitar la propagación, Burleson reiteró el uso de la mascarilla, aconsejó a evitar lugares hacinados y que aquellos que aún no se han inmunizado gestionen para recibir la inoculación contra el virus.

Por su parte, la Principal Oficial de Epidemiología, del Departamento de Salud, la Dra. Melissa Marzán, en declaraciones escritas enviadas a Primera Hora coincidió con Burleson en que “estamos en una tendencia de aumento de casos”.

“Desde el 11 de marzo, la incidencia está aumentado (reflejada en casos y positividad). De unos 190 casos promedios diarios para mediados de marzo, nos encontramos en 240 casos promedios diarios”, explicó la experta.

Al indagar si este comportamiento podría adjudicarse a las nuevas subvariantes de Ómicron, respondió en la afirmativa.

“Datos más recientes, colocan al sublinaje BA.2 en el 40% de las secuencias realizadas en Puerto Rico, con tendencia a convertirse en el sublinaje predominante para la Isla. Este sublinaje tiene mayor transmisibiliada en comparación con los sublinajes precedentes para Ómicron”, recordó Marzán, quien también relaciona el aumento de casos a las flexibilizaciones de medidas para frenar la propagación del COVID.

“Los principales factores que promueven la transmisión son: mayor movilidad poblacional (viajes, más actividades con grupos fuera del núcleo familiar), variantes (y sus sublinajes) que son más transmisibles, estatus de vacunación y la inconsistencia del uso de medidas de salud pública”, agregó.

Finalizó diciendo que se espera una tendencia en el alza de casos y que la situación que se experimenta en la Isla es “consistente con lo que se está observando con otras regiones que tienen aumento de casos y aumento en la circulación del sublinaje BA.2 Ómicron”.