“El verdadero valor de las cosas no siempre es evidente” – Antoine de Saint-Exupéry (El Principito)

La escena es hermosa e invita a reflexionar sobre la verdadera esencia de acciones que pudieran parecer sencillas a simple vista: unos adolescentes -pertenecientes a un movimiento juvenil judío en Estados Unidos que llegó a Puerto Rico a participar de servicios comunitarios- juegan, abrazan y comparten en el Día de Navidad con decenas de niños de la comunidad Tocones, en Loíza.

No hablan el mismo idioma. Pero, las palabras sobran cuando hay amor y solidaridad. 

“How can I tell the children to play with us?” (“¿Cómo puedo decirle a los niños que jueguen con nosotros?”, preguntó en inglés uno de los adolescentes a Diego Mendelbaum, líder de la sinagoga y director del Centro Comunitario Judío de Puerto Rico que sirve de anfitrión y guía al grupo juvenil que forma parte del programa Young Judaea. Este programa adiestra a los adolescentes para que sean líderes y propulsen lo que en hebreo se conoce como ‘tikkun olam’ que se puede traducir al español como ‘la reparación del mundo’. 

Y así ocurrió. Bastó una mirada de complicidad, una sonrisa y un llamado con la mano para que los niños corrieran hacia el joven que -junto a otros miembros del movimiento- jugaron hasta el cansancio con los pequeños, cuyos rostros denotaban felicidad.

El encuentro se llevó a cabo donde ubicaba la cancha de la comunidad -una que quedó destruida tras el azote del huracán María-, un espacio que se convirtió en el campo ideal para jugar soccer, saltar en sacos, bailar “hoola hoops” y hacer múltiples artesanías y otras actividades tradicionales judías.

(tonito.zayas@gfrmedia.com)
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Otro momento especial surgió cuando un grupo de niñas loíceñas les enseñaron a los adolescentes voluntarios algunos pasos del baile de bomba.

“Esto es lo especial de este evento y es lo que lo hace especial para estos niños que nunca habían recibido una visita así en la Navidad”, dijo Alicia Carrasquillo, líder comunitaria de Tocones, un sector que alberga a 596 personas (340 familias), incluyendo a 49 residentes con discapacidad.

“Ellos trajeron obsequios. Pero lo bonito es verlos jugar con los niños. No sé cómo hacen para comprenderse -porque no hablan el mismo idioma- pero, ¡míralos! La están pasando muy bien”, destacó por su parte Betzaida López, quien sirvió de enlace entre la organización, el municipio y la alcaldesa Julia Nazario Fuentes. 

Aunque la mayoría de los jóvenes se mostraron tímidos para hablar frente a las cámaras o con la prensa, hubo uno que se animó a expresar el sentir del grupo por participar de iniciativas de ayuda en la isla.

“Nos sentimos orgullosos de estar ayudando voluntariamente en Puerto Rico”, dijo Ari Lapidus, residente en Nueva York, y quien dijo con orgullo tener familia en Puerto Rico.

Ayuda desprendida y cargada de amor

Según explicó Mendelbaum, la organización Young Judaea es la entidad sionista juvenil más antigua de Estados Unidos, fundada en 1909 y que, junto a la comunidad judía isleña, ha contribuido a la reconstrucción de Puerto Rico mediante ayuda económica y social en distintas parte del país, luego del paso de los huracanes Irma y María. El pasado año, para esta fecha, estuvieron de visita en el municipio de Morovis y otro barrio de Loíza.

(tonito.zayas@gfrmedia.com)
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Agregó que las dinámicas de viaje siempre se dan durante las vacaciones de los adolescentes. En esta ocasión la misión se llama “Alternative Winter Break”. “En lugar de irse de viaje a  disfrutar con su familia, estos muchachos optaron por venir a Puerto Rico a hacer trabajo voluntario y lo único que recibirán a cambio es un certificado de participación… esto es algo que nace del voluntariado”, sostuvo el líder.

Mientras, la alcaldesa de Loíza, destacó por escrito “la gran solidaridad y calidez humana de la comunidad judía en Puerto Rico” 

“Los hijos de Abraham no nos han dejado solos ni un día y estamos bien agradecidos… en un día tan especial como hoy, es una bendición tenerlos aquí en Loíza”, expresó.

En el pasado, la organización sin fines de lucro Nechama, cuyo lema es ‘the Jewish response to disaster’ también fue parte del esfuerzo de labores de reconstrucción en Puerto Rico. Este grupo, que acoge voluntarios de todos los credos, también ha ofrecido su ayuda a comunidades en Estados Unidos golpeadas por tormentas, inundaciones y tornados. Nechama surgió en 1993 con las graves inundaciones de Minneapolis, donde los ríos Mississippi y Missouri rebasaron sus cauces durante siete meses, causando más de $15 billones en daños y 32 muertes.