Los retos que enfrentan los pescadores para poder llevar el sustento a sus hogares se incrementan diariamente. 

El cambio climático, los fenómenos naturales, la falta de recursos económicos y las limitaciones que las propias autoridades les imponen, hacen que cada día sea más difícil ejercer la profesión.

Por eso, mediante fondos federales provenientes del programa de desarrollo comunitario para atender desastres, conocido como CDBG-CR, el municipio de Cabo Rojo ha logrado desarrollar un programa de ayuda a los pescadores para intentar alivianar su carga y poder realizar su labor.

El alcalde Roberto “Bobby” Ramírez Kurtz, indicó a Suroeste que, mediante esa iniciativa, han podido impactar positivamente a 72 pescadores de su pueblo con la donación equipo de pesca, motores de lanchas, carretones, neveras, GPS, bultos de pesca, baterías y radios, entre muchos otros artículos tan necesarios para su función. 

“El pescador invierte todos los días alrededor de $80 a $100 para poder salir a pescar, entre combustible, tanques y mantener el bote. Cuando lo multiplicas en sobre 130 pescadores bonafide que tenemos en Cabo Rojo, al año impacta cerca de $2 millones nuestra economía. Eso es sin contar cuando ellos venden el pescado a la villa pesquera y luego al restaurante. Por eso, desde que llegué a la administración municipal, hemos estado trabajando para ayudar a los pescadores”, sostuvo Ramírez Kurtz, quien indicó que Cabo Rojo es el pueblo con la mayor cantidad de villas pesqueras del país. 

Según el primer ejecutivo municipal, los pescadores operan en desventaja en comparación con otros sectores de la economía del país y por eso es imperante poder darles la mano.

“Cuando viene un mal tiempo, ellos no pueden salir a pescar y no hay un fondo, a través del Departamento de Agricultura, que les pueda ayudar como ayuda al que tenga una finca de plátanos. Las villas pesqueras son de Agricultura, pero los reglamentos de pesca son de Recursos Naturales”, enfatizó el alcalde.

En lo que va de año, Cabo Rojo ha hecho entrega de miles de dólares en equipo para sus pescadores y desde el 2013 suma más de medio millón de dólares, según se informó.

“Es importante resaltar que la ayuda es hasta $10,000, por pescador. Pero también ellos tienen que firmar un contrato de dos años con el municipio y tienen que rendirnos informes, tener licencias al día y otros requisitos”, apuntó.

La última entrega se realizó esta semana en la Villa Pesquera de Combate, donde se entregaron tanques, arpones, equipo de localización satelital, radios, neveras, bultos, pintura y otros artículos, según las necesidades que los propios pescadores identificaron.

“Estas ayudas son bien importantes porque nos han dado equipo bueno que nos ayuda a hacer nuestro trabajo”, manifestó Nicolás De la Torre, quien lleva más de 40 años como pescador. 

“No todo el mundo brega con esto porque no es fácil. El equipo es caro, a veces gasto $100 para poder salir a pescar y regreso con apenas $20 pesos de mercancía. Otra cosa es el mal tiempo, que a veces nos tiene tres o cuatro meses sin poder pescar”, destacó. Mientras Santos Mejías, que lleva cerca de 25 años pescando, aseveró que “es la primera vez que nos han dado este tipo de ayuda. Ahora mismo yo, que pesco de cala, me dieron un equipo de seguridad al día y un motor nuevo. Son cosas muy importantes para poder mantener mi familia.

Ramírez Kurtz, de paso, exhortó a todos los alcaldes de municipios costeros a que se orienten para poder adquirir fondos similares.

"En HUD hicieron una monitoría, entrevistaron a los pescadores y determinaron que esta es una de las mejores prácticas de los fondos que recibimos los municipios. Por eso, nuestro llamado a los otros 43 pueblos costeros es que utilicen estos fondos porque son de ayuda para la economía del país”, destacó el alcalde caborrojeño.

Por su parte, Evelyn Guenard Vargas, directora de programas federales del municipio, adelantó que ya se comunicaron del municipio de Guayama para conocer más de esta iniciativa. 

“Nos dijeron que los pescadores de Guayama se habían enterado de las ayudas y que le estaban haciendo el acercamiento a través de un profesor de la UPR. Estaban buscando la forma de que los orientemos para ellos poder desarrollar el programa allá. Nosotros con mucho gusto, estamos dispuestos a orientarlos”, sostuvo Guenard Vargas.

“Cuando se dividen los donativos de HUD, es importante que en el plan anual los municipios establezcan que van a tener programa de desarrollo económico dirigido a los pescadores para que puedan implementarlo”, subrayó.