El sacerdote de la iglesia católica, padre Pedro Ortiz, anunció este viernes que cancelará el servicio religioso presencial que ofrece la Parroquia Santo Cristo de la Salud de Comerío y la red de comunidades eclesiales en el mencionado pueblo, ante el alza de contagios por COVID-19 que se experimenta en Puerto Rico.

La orden entró el vigor hoy mismo y permanecerá hasta el próximo 25 de abril. Durante este periodo, las misas serán virtuales.

“Por la salud de nuestro pueblo, luego de orar, meditar y hacer consultas con los animadores comunitarios, diáconos y el obispo de nuestra diócesis, hemos decidido suspender los servicios, reuniones y celebraciones litúrgicas presenciales desde el viernes, 16 hasta el domingo, 25 de abril. Hemos identificado casos por exposición familiar, comunitarios y laborales que desencadenan en contagios a nivel del núcleo de las familias del municipio al que servimos, por lo que por nuestra responsabilidad ética-cristiana decidimos tomar las debidas precauciones para cortar las cadenas del COVID” indicó el sacerdote, conocido como padre Pedro, en declaraciones escritas.

El religioso es el primero que anuncia una medida como esta para intentar detener el más alto repunte de casos por COVID-19 que se registra en la Isla. Dijo que tomó la decisión al evaluar declaraciones realizadas por la Asociación de Hospitales.

Específicamente, el presidente de la organización, Jaime Plá, indicó esta mañana que “nuestros hospitales se están llenando rápido y necesitamos la ayuda de nuestra población para bajar los contagios y por ende, las hospitalizaciones. Tenemos que protegernos y proteger a nuestros niños. Las hospitalizaciones de niños son altas y también los niños que están en intensivo. Es necesario que ustedes nos ayuden a evitar hospitalizaciones y muertes”.

Padre Pedro también dijo que los datos ofrecidos por la epidemióloga del municipio de Comerío muestran un aumento preocupante de casos en el pueblo.

El sacerdote aclaró que “el cierre de los servicios presenciales no significa la paralización de labores, ni mucho menos estar de vacaciones, sino que continuarán trabajando, utilizando estrategias que promuevan el distanciamiento, y que las celebraciones litúrgicas serán virtuales y con el debido protocolo”.

Indicó que los servicios psicológicos y espirituales se ofrecerán por teléfono o en espacios abiertos.