La investigación es fundamental en el desarrollo profesional y personal de universitarios en el campo de la ciencia. Sin embargo, el acceso a estos programas es limitado. El joven Gabriel Pagán González tardó un año en ser aceptado en un equipo de científicos, pero su esfuerzo rindió frutos al ganar el premio a la Presentación de Excelencia en el Simposio de Investigación Subgraduado de la Costa del Golfo (GCURS, en inglés) de la Rice University en Texas.

“Ganar este premio no tan solo es gratificante para mí y mi equipo de trabajo, sino que me deja saber que mi carrera profesional como científico va en buen camino”, destacó el estudiante de 23 años, quien cursa un bachillerato en Microbiología en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico.

La labor de Pagán González en esta investigación consistió en apoyar al alumno doctoral Abdiel Oquendo Cruz, quien comenzó a estudiar en 2018 cómo, a partir de las bacterias, se podrían crear nanopartículas que funcionen como filtros al eliminar patógenos del agua y como un tratamiento para las células cancerígenas.

“Anteriormente, yo había sintetizado nanopartículas con métodos químicos, pero el problema es que estos procedimientos muchas veces son dañinos para el ambiente o para la salud, además de que generan desperdicios… Por eso, estamos buscando alternativas más ecoamigables”, explicó el químico de 31 años.

Para lograr un proceso en el que se preservara el ambiente, Oquendo Cruz requería del conocimiento en biología de Pagán González.

A pesar de que la investigación no se ha completado, el estudiante subgraduado, natural de Aguada, tuvo datos suficientes- especialmente en la purificación del agua- para superar a 16 países en la categoría de ingeniería del GCURS.

Pagán González tuvo la iniciativa de inscribirse en esta competencia cuando buscaba mayores foros en los que pudiese desarrollar destrezas como las presentaciones de estudios, habilidad esencial en la ciencia.

Preliminarmente, sometió un resumen de la investigación, parte en la que contó con el apoyo de Oquendo Cruz. El comité organizador escogió, luego, a los mejores entre las categorías de ciencias naturales, matemática, física, química e ingeniería. Participaron más de 250 personas entre 23 países y 39 estados. Se presentaron tres puertorriqueños, siendo Pagán González el único representante de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

Apoyo incondicional

La satisfacción del joven por alcanzar este reconocimiento aumenta al recordar que antes tuvo que superar los efectos dejados por los huracanes Irma y María, las huelgas estudiantiles y de docentes, los terremotos que afectaron al sur de la isla y la actual pandemia por el COVID-19.

Sin embargo, al mirar atrás, no tan solo reconoce el apoyo de sus padres y Oquendo Cruz, sino que agradece la confianza de su profesor Oscar Perales Pérez, quien falleció a finales de noviembre.

El docente fue, entre otras cosas, director interino del Instituto de Aeronáutica y Aeroespacial de Puerto Rico de la UPR y colaboró con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, en inglés) y países latinoamericanos como Perú, Colombia y Costa Rica.

“El doctor Perales (Pérez) vio algo en mí que muchos otros profesores no vieron; él vio el empeño, las ganas y el deseo de ser un investigador”, precisó el joven, quien cursa su sexto año de bachillerato y planifica continuar estudios graduados en Bioingeniería Clínica.

Pagán González tomaba clases con la hija del experto en nanotecnología, y esta le indicó que su padre necesitaba un estudiante de biología para incorporarle al equipo de químicos que ya estaba trabajando en la investigación.

“Siempre quise ser alguien como él que no tan solo era servicial en su entorno familiar, sino que también lo fue para la comunidad científica globalmente”, subrayó el universitario.

Por su parte, el estudiante doctoral Oquendo Cruz sostuvo que sus destrezas como investigador se las debe al profesor Perales Pérez, y le conforta que, antes de fallecer, haya conocido el logro de uno de sus estudiantes.

La pandemia por la COVID-19 ha impedido que la investigación avanzara como deseaban, pues, a pesar de que tienen acceso a los laboratorios de la UPR, deben seguir unos protocolos de seguridad que limitan el tiempo de observación.

Esperan concentrarse, el próximo semestre, en el uso de las nanopartículas para combatir las células cancerígenas, partiendo de lo aprendido con el doctor Perales Pérez.