A sus 42 años de edad, Celia Guzmán, natural de San Juan y madre de dos varones, comenzó a visualizar y diseñar un nuevo rumbo para su vida. Llevaba varios años interesada en las artes, pero no podía dejar su trabajo para regresar la Universidad, porque tenía que asegurar un ingreso fijo para mantener a sus hijos de 9 y 12 años. A lo largo de los últimos años, había buscado maneras de tener espacio para prepararse de manera oficial, pero el tiempo siempre era una barrera por todas las responsabilidades con las que tenía que cumplir.

Una tarde de sábado, Celia estaba reunida con un grupo de amistades. Ese día se convirtió en el primer rayo de luz que vio para lograr lo que tanto había deseado. Una de sus amigas le habló sobre una institución de educación continua en la que daban cursos sabatinos y cuyos periodos eran de aproximadamente un mes y medio. “Esa recomendación se convirtió en mi nuevo objetivo, y el primer paso para una etapa completamente nueva en mi vida”, afirmó. Decidió matricularse en el curso de repujado de cuero, porque lo vio como una herramienta que podría darle la oportunidad de convertir su pasión por las artes y la confección, en una profesión y una fuente de ingresos.

“Un par de meses después terminé el curso y era el momento de pasar a la segunda parte de esta nueva etapa, empecé a crear mi propia línea de accesorios y artículos en cuero”, contó Celia emocionada, recordando el momento en que comenzó a desarrollar su marca y se propuso convertirse en una artesana importante en la isla. Lo que había comenzado como una idea lejana en su cabeza, se materializó y le abrió puertas para renovar su vida profesional y personal. La educación continua fue la plataforma perfecta para cumplir con sus deseos y necesidades “a pesar de las dificultades y limitaciones de tiempo que tenía”. Por esa razón, Celia estaba segura de que apenas era el comienzo de una fase muy importante en su vida que estaría llena no solo de retos, sino también de aprendizaje y diversión. Sin embargo, según ella, “una de las mejores partes es que sabía que eso que tanto disfrutaba, eventualmente podría convertirse en otra manera de cumplir con mis responsabilidades económicas”.

Son muchas las instituciones de educación continua en Puerto Rico, con horarios, profesores y ofertas académicas distintas. Sin embargo, todas tienen como propósito servir a las necesidades de la comunidad y enriquecer a sus estudiantes, ya sea para cumplir con créditos para la renovación de una licencia, para certificaciones profesionales, para obtener las herramientas para crear un negocio o simplemente por interés personal.  “En mi caso, la División de Educación Continua y Estudios Profesionales de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras (DECEP UPR-RP) fue la pieza fundamental para que yo lograra esto, que en realidad ha sido como un sueño”, expresó Celia. La DECEP UPR-RP tiene como propósito principal ofrecer a sus estudiantes herramientas para emprender en su futuro profesional, a través de cursos como el de Repujado y el de Diseño y Confección de Artículos en Cuero y Piel, entre muchos otros de arte, salud, educación, comunicación, idiomas y tecnología.

Para más información sobre la educación continua y la oferta académica de la DECEP UPR-RP, busque su página de Facebook o llame al (787) 763-4240.