El secretario de Salud, Lorenzo González, reconoció que las cifras de contagios a COVID-19 registrados en el país en las últimas semanas-los cuales han elevado la tasa de positividad a un 10%- provocarán que el país continúe por las próximas semanas bajo las mismas restricciones impuestas en la orden ejecutiva que vence este sábado 15 de julio.

Así lo adelantó el funcionario en entrevista con Primera Hora, al tiempo que señaló que la ciudadanía -particularmente la población joven y los adultos menores de 50 años- han sido indisciplinados con las instrucciones de salud y seguridad que ha implantado el gobierno para tratar de desacelerar los contagios del virus.

“No vamos a cerrar el país. Eso no va a ocurrir… pero tampco vamos a dar cabida a más aperturas. Esto es cuestión de disciplina. No se está cumpliendo con el uso de mascarilla, de distanciamiento físico, el lavado de manos y el uso de sanitizer. La comunidad tiene la responsabilidad social de cuidarse y vemos como las personas jóvenes pululean por la calle y son esas personas las que están provocando los contagios comunitarios”, sostuvo el psiquiatra de profesión.

“Las decisiones que hemos tomado han sido por esa misma razón: no hay disciplina y hemos visto un aumento de positividad. De hecho, hace unos días estábamos en un 6.5% y ahora ya vemos que está en un 10%. Sabíamos que hay una correlación con la apertura que hubo (a inicio del verano) pero la falta de disciplina de la población de menos de 50 años también es grande”, expresó al agregar que el 70% de los casos positivos registrados en las últimas tres semanas corresponden a esa población.

El informe de este martes del Departamento de Salud reportó ocho muertes por COVID-19, mientras se registraron 281 contagios confirmados y 341 casos probables adicionales. El total de casos confirmados es de 9,605 y el de probables se elevó a 13,798. Mientras, al momento, hay unas 439 personas hospitalizadas y 287 fatalidades reportadas.

“En algún momento se habló que el mayor crecimiento de positivos era de personas menores de 29 años pero ahora el aumento en positivos durante las últimas semanas ha sido en gente menor de 50 años. Esa es la gente que se está tomando el riesgo y fallando en la disciplina. Y lo que ocurre aquí es que esta población si se infecta es de manera asintomática o con síntomas leves, pero son esos los que se acercan a la población vulnerable de 60 años o más -que tienen el sistema inmunológico más débil- y las infectan. El asunto es que estas personas se enferman y mueren y lo estamos corroborando porque el 75% de las muertes en Pueto Rico son personas sobre los 60 y 65 años de edad”, sostuvo.

Comentó que del total de 287 fatalidades el 83% de las personas estaban hospitalizadas y el otro 10% recibía asistencia en alguna sala de emergencia. “Pero quiero decir que seguimos teniendo capacidad de camas para intensive, ventiladores, tenemos plaquetas, tenemos medicamentos… pero aun así hay gente muriendo porque se está enfermando de gravedad una población vulnerable. Por eso, les suplico, sean disciplinados: usen mascarillas, mantengan distanciamiento, usen sanitizer”, expresó.

“Con estos números, hoy sabemos, que no podemos abrir ninguna otra sección de la economía… tenemos preocupación y sabemos el dolor que esto produce porque el impacto es grande. Pero mañana todo esto se discutirá con el grupo de científicos de la Universidad de Puerto Rico y de Ponce; con la gente del Puerto Rico Health Trust y otros profesionales de la Salud como el doctor Fernando Cabanillas y el equipo que trabaja junto a él; y el presidente del Colegio de Médicos, Víctor Ramos; entre otros”, indicó.

El secretario de Salud dijo que según los datos analizados en la agencia la transmisión comunitaria representa el porcentaje mayor de los casos positivos a COVID-19.

“Pero, vuelvo y repito, sin haber discutido el tema con esos grupos puedo adelantar que esos números no dan cabida para una reapertura de ninguna sección económica”, insistió.

La actual orden ejecutiva firmada por la gobernadora Wanda Vázquez Garced establece un horario de toque de queda de 10:00 de la noche a 5:00 de la mañana y el cierre de comercios los domingo.

En el caso de los restaurantes, el 50 % de la ocupación máxima en los salones comedores tiene que permitir el distanciamiento físico de 6 pies los comensales. En caso de que esta ocupación máxima no permita el distanciamiento físico, el restaurante tendrá la obligación de disminuir la ocupación hasta tanto pueda permitir el distanciamiento físico adecuado. Los domingos, permanece el modelo de operaciones de servi-carro o entrega (“carry-out” y/o “delivery”).

Se mantiene la restricción de que a partir de las 7:00 p.m., de lunes a sábado, se prohíbe el consumo, venta y expendio de bebidas alcohólicas en todos los comercios y establecimientos autorizados por la actual orden ejecutiva. Los domingos, durante todo el día, se prohíbe el consumo, venta y expendio de bebidas alcohólicas en los comercios autorizados.

En cuanto a las escuelas, tal como anunció el Departamento de Educación, las clases presenciales comenzarán el 17 de septiembre de 2020, tanto en los colegios privados como en las escuelas del sistema público, si el control del desarrollo del virus lo permite. “Eso continúa igual debido al nivel de contagios que estamos viendo”, determinó González.

Por otra parte, se prohíbe el uso de las áreas comunes, entiéndase, piscinas, gimnasios, canchas o cualquier lugar análogo, de los condominios, urbanizaciones o cualquier otro complejo de vivienda, sometido o no al Régimen de Propiedad Horizontal, para desalentar todo tipo de actividad que propenda al aglomeramiento de residentes y visitantes.

Las playas podrán ser utilizadas para fines deportivos (incluyendo caminar o nadar) y los balnearios permanecerán cerrados los domingos. También continúa el cierre de las marinas.

En términos de la industria turística, las hospederías, incluyendo los alquileres a corto plazo (“Short Term Rentals”), que no cuenten con un Número de Identificación de Hostelero de la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR), tienen una prohibición total de apertura y operación en todo momento, por lo que sus propietarios e inquilinos estarán sujetos a las penalidades impuestas por incumplimiento, según dispuestas en la presente orden ejecutiva.