Así como existe el Kanamara Matsuri, festival dedicado al pene en Japón, las mujeres también tienen un lugar especial. El templo Jison-in en la ciudad de Kudoyama es un espacio de retiro para rendir honor a los senos.

Los senos cuelgan de cada rincón del complejo religioso y están hechos de distintos materiales: madera, felpa y hasta metal. Jison-in es famoso por estar ubicado en la monte sagrado Koya y por ser el ingreso al Koyasan Choisi Michi, un camino de piedra que representa el universo budista.

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¿Cómo llegaron tantos senos a este templo? Según contó a CNN el sacerdote Annen, hace unos años un doctor pidió a los encargados del lugar que colocaran una ofrenda con esa forma para orar por la salud de una mujer con cáncer de mama.

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Desde entonces, Jison-in es conocido por ser el templo predilecto para orar por la salud femenina: cáncer, embarazos y hasta problemas para lactar. Pero el lugar ha estado ligado a las mujeres desde el siglo IX, cuando la madre del líder religioso Kobo Daishi se quedaba a dormir ahí al no poder estar cerca de su hijo cuando iba a visitarlo.