Hace unos días, mientras fotografiaba el Chevrolet Camaro que puse en el artículo de portada de la edición de la semana pasada de Por los Dealers, experimenté un déjà vu. De momento, mientras enfocaba al Camaro, apareció un Dodge Challenger SRT8 que un empleado del dealer en el que me encontraba estaba moviendo a otra parte del lote. Por ser el Challenger un obvio rival del Camaro, le hice señas al empleado para que se detuviera y poder fotografiar a los dos carros juntos.

Mientras retrataba a estos dos nuevos exponentes del clásico muscle car americano, fue que caí en cuenta que me había adentrado en una especie de túnel del tiempo. Antes de la semana pasada, para  fotografiar a un Camaro y un Challenger, nuevecitos de paquete los dos, la  única manera era viajar a través del tiempo hasta el 1974, el último año que el Challenger original estuvo en el mercado a la misma vez que el Camaro.

Fue una breve experiencia bien groovy.