Estaba en la universidad y una compañera de clases escogió hacer su ensayo sobre el tema de la felicidad. La última frase de su escrito me llamó mucho la atención, decía: “al terminar de estudiar, me casaré, tendré hijos y seré feliz”.

Desde pequeños somos expuestos a cuentos de hadas que llevan a la sociedad a idealizar las relaciones de pareja, al punto de creer que serán éstas las que nos brindarán felicidad, e incluso nos salvarán de una muerte segura. Si lo dudas, pregúntenle a Cenicienta, Blanca Nieves o La Bella Durmiente.

MENTIRA #1 “¡Alguien vendrá y me hará feliz!”

El pensar que las relaciones románticas son la fuente de la felicidad y que otra persona es la responsable de brindarnos el futuro que anhelamos es una idea equivocada. Aunque, ciertamente podemos vivir momentos de alegría en una relación romántica, también podemos experimentar grandes decepciones si no partimos de la idea correcta.

Cada uno de nosotros crecemos con profundos vacíos en nuestra vida; ya sea por la ausencia de la figura materna o paterna, haber sufrido rechazo, entre muchas otras causales. Ante la necesidad de afirmación, seguridad y amor, el ser humano puede cometer el error de pensar que aquello que tanto necesitó y no tuvo, podría ser suplido en una relación romántica. Es decir, inconscientemente dentro de nosotros, podemos tener la idea que encontraremos a alguien que llene los vacíos que tenemos en nuestra vida.

El gran problema es que mientras corremos desesperadamente buscando a esa persona, del otro lado viene otra persona esperando exactamente lo mismo de nosotros. Cuando dos seres que tienen profundos vacíos emocionales y grandes expectativas de la relación, se encuentran, ¿sabes lo que sucede? ¡Una gran desilusión!

Es por esto, que debemos entender que nos toca a cada uno, cuidar de nosotros mismos, amarnos, desarrollarnos en todas las áreas del ser: espíritu, alma y cuerpo, sabiendo que yo soy la única persona responsable de mí y mi felicidad.

MENTIRA #2 “El amor se trata de mí”

Hace poco veía un programa de televisión en el que el presentador le preguntaba a los invitados: “¿Qué buscas en una relación?” Una y otra vez los invitados contestaban con la misma frase: “Que me haga feliz”.

Aunque, obviamente, nadie entra en una relación buscando infelicidad, la realidad es que el amor no se trata solo de recibir, también se trata de dar. Partiendo de la primera premisa que les compartí, cuando corremos a una persona en busca de la afirmación, el respeto o el amor que nos faltó, la realidad es que vamos a esa relación apuntando hacia nosotros mismos, nuestras necesidades y carencias.

,Sin darnos cuenta, y aun sin querer, creamos relaciones egoístas, en las que lo importante es lo que yo quiero, lo que yo siento, lo que yo deseo. El amor maduro y sano se trata también de la otra persona. Por eso es tan importante que antes de entrar a una relación estemos sanos porque es desde nuestra sanidad que podemos crear relaciones sanas. Es desde mi amor propio que te puedo amar, desde mi autorespeto que te puedo respetar, todo lo que creas en una relación es porque lo has cultivado primero en ti.

Mentira #3: “El amor es un sentimiento”

Permíteme hacerte una pregunta: ¿si alguien te ve muriendo de hambre y se sienta con compasión a tu lado y hasta llora contigo, pero aun teniendo la capacidad de darte alimento, no lo hace, ¿realmente te ama? El amor verdadero no es solo sentir, sino que se expresa en acciones.

Si una persona dice tener sentimientos de amor por ti, pero con su conducta te lastima, es necesario que nos detengamos y examinemos sus actos porque la verdad es que el amor se manifiesta en acciones. Por lo que, es necesario que continuamente evaluemos nuestra conducta y la de nuestra pareja y consideremos si es respetuosa, amorosa y justa para ambas partes. Así como, no son solo los sueños los que construyen un futuro, sino el trabajo arduo, el compromiso y el esfuerzo; así también los sentimientos solos no construyen relaciones fuertes, sino las acciones que se emplean en esa relación.

Construyamos un amor sano, renunciando a las tres grandes mentiras acerca del amor.

Christy Muller Monrouzeau es escritora y comunicadora.
Christy Muller Monrouzeau es escritora y comunicadora. (Suministrada)