Había una canción muy zalamera de la cantante Melody que decía en unos de sus versos “¡que caló, que caló’ que caló’ que tengo!”.

Y así han sido estos días. De caló’, de mucho caló’. El cambio climático es más que evidente y nos exige actuar de forma urgente. 

Varias especies como el oso polar están en serio peligro de extinción. Conmueve el alma ver a este hermoso ejemplar moverse millas en busca de alimento. Son varias las imágenes difundidas donde esta especie muere por desnutrición. 

Desde la Estación Espacial se observa la destrucción por explotación del Amazonas, el deshielo de los polos, la desaparición de glaciares y de pequeñas islas.

En Puerto Rico no estamos exentos. El incremento en el nivel del mar ha erosionado enormemente nuestras costas. La situación que viven residentes de Ocean Park donde el mar está tocando sus puertas es el más reciente ejemplo.

Hace un mes conversaba con un amigo quien posee un apartamento de playa en Rincón. Con rostro de preocupación me comentó que en su juventud jugaba paleta y voleibol de playa con sus amigos y vecinos en un área que se extendía unos 40 pies hasta tocar el mar. 

“Después de María todo desapareció y apenas queda esa orilla con unos diez pies de extensión”, mientras me señalaba una pequeña área de arena rodeada de negocios cerrados y estructuras desechas porque el oleaje socavó los cimientos. 

A la vez el mar golpeaba con rudeza una pared de cemento que servía como escudo a una terraza.

De hecho, es de conocimiento de todos cómo la marejada ciclónica resultado de María se llevó residencias y partió en dos edificios del área.

Entonces leemos la noticia del pasado jueves: “Trump ha planteado comprar Groenlandia para E.U. Un ejecutivo de la Casa Blanca indicó que el presidente tocó el tema, pero que no habló en serio sobre comprar la isla más grande del mundo territorio de Dinamarca.

Pero Trump está acostumbrado a “tirar rumores” como bromitas en serio. En el 2017 sugirió la explotación del Polo Norte aprovechando el deshielo y tras eliminar leyes de Barack Obama de protección de esa región. Diez años antes, Rusia había hecho la misma petición y conociendo los apetitos voraces de las potencias algunos otros podrían hacerse eco. 

Para que entendamos la gravedad del cambio climático cito la siguiente estadística. El 31 de julio, Groenlandia vertió a los Océanos Atlántico y Ártico 10 mil millones de toneladas de agua en estado sólido y líquido y al día siguiente otros 12 mil 500 millones de toneladas lo que es suficiente como para tapar España con 33 pies de agua. 

El mundo tiene que moverse para detener la explotación indiscriminada de recursos y forzar a mejores leyes de protección ambiental. Ser vigilantes y activos para proteger el futuro de nuestro planeta.

Ese oso polar desnutrido podría ser eventualmente la realidad de la humanidad. La desaparición de glaciares e islas podría ocurrirle a Puerto Rico y el mundo en pocos años. 

La naturaleza está pidiendo ayuda urgente y a la vez responde con rabia. Si no nos damos prisa retumbará en nuestra cabeza otra parte de la canción de Melody: “¡Toma que toma, que toma, toma que toma, que toma, toma que toma, que toma tá..!”

No Trump, no estamos para chistes.