Finalmente Puerto Rico pone un número en su columna de victorias. ¡Qué buen sentir deja! ¿Pero nos convierte de nuevo en contendores a la Copa del Mundo? No creo que tenga que contestar esa pregunta. Pero si alguien tiene la duda la respuesta es no.

El que Puerto Rico derrotó hoy a Filipinas no significa que se resolvieron todos los problemas que tiene la selección por falta del personal adecuado para poder competir aquí contra las grandes potencias.

En la manera más simple de ver la cosa seguimos sin un centro dominante, Daniel Santiago solo nos pueden brindar ya varios minutos de calidad y si queremos ser ambiciosos nos hacen falta dos o tres delanteros atléticos, fuertes y marulleros para poder ganar en este nivel de baloncesto.

Hablo de un listado de jugadores que no tenemos en ningún catálogo de la Isla.

Y ni hablar de que nos faltaría Carlos Arroyo libre de lesión y Ángel Daniel Vassallo listo para aportar.

Mucho podemos analizar si se nos quedó alguien a quien no trajimos al torneo y la verdad es que no dejamos a un Carlos Arroyo para reemplazar a un Carlos Rivera –quien ha jugado muy bien–, menos a un Rolando Hourruitiner para ocupar el puesto de Alex Franklin y mucho menos a un Piculín Ortiz para llenar el espacio de Jorge Bryan Díaz.

Claro, con John Holland la cosa hubiera ido mejor, pero este canastero no pudo venir por causa de una lesión. Obvio que Maurice Harkless, Ricky Ledo y Shabazz Napier nos hubieran fortalecido. Pero los tres optaron por no venir y nadie los podía forzar a ello.

¿Se me quedan por analizar algunas opciones?

Peter John Ramos y Larry Ayuso, tal vez.

¿Matt López y Devon Collier? Ambos serían ahora mismo el equivalente de Jorge Bryan Díaz.

De ahí en adelante, ¿queda algo?

Mi gente, Puerto Rico está en un momento de debilidad y falta de fuerza. Tenemos suficiente talento para seguir luchando en nuestra región y continente, pero no en el mundo. Los días de gloria en los que teníamos a Piculín Ortiz, Ramón Rivas, Ramón Ramos, Edgar León, Papiro León, Pipo Marrero y Jerome Mincy pronto terminan con el retiro del que intentó ser su reemplazo, Daniel Santiago.

De hecho, desde la salida de Jerome Mincy y Rolando Hourruitiner no tenemos un jugador capaz de imponer respeto con un buen golpe en el equipo. Ni Peter con su brutalidad física y de contacto en la pintura llenaba ese renglón porque el macetero sabe pegar y Peter no es ese jugador.

Hacia donde voy. En el básquet estamos también como en el béisbol. Nuestras grandes estrellas siguen llegando al retiro y no tenemos la camada reemplazo lista.

Y es la realidad que Paco Olmos dijo con demasiada honestidad ayer. No somos tan bueno como lo que creemos que somos.

Y no tenemos lo que se necesita para ganar la Copa del Mundo.

Ahora bien, hoy tuvimos ante Filipinas algo que sí tiene el equipo y que se no vio durante los previos tres juegos. Y fue las ganas de luchar y de tratar. Así se luchó y se sacó una victoria. Y mañana si jugamos ante Croacia por un pase a la próxima ronda, o solo por jugar por el cierre del torneo, será bueno ver ese esfuerzo.

Tal vez si el esfuerzo de los 40 minutos hubiera estado en su máxima exposición en los primeros tres partidos, se perdía pero era más fácil reconocer que es que no somos reales contendores a la Copa del Mundo porque no somos lo que nos creemos que somos.

Y pues vuelvo al principio. Ya hoy Puerto Rico jugó con ganas y esfuerzo máximo. Pero ahí queda todo. Tal vez volvamos a ganar y hasta pasemos de ronda. Pero no vamos a ganar la Copa del Mundo.