Muchas cosas pueden alarmarnos diariamente. Sabemos que sobrevivir en un mundo tan duro como el que nos ha tocado no es fácil, pero bajo ningún concepto debemos pensar que es imposible vivirlo.

Esta semana, veía muy atenta las noticias y me rompió el corazón escuchar que en lo que va de año son 71 los suicidios ocurridos en la Isla. 

El dato estadístico vino acompañado de la historia de un jovencito de 20 años, empleado de la AAA, que se privó de la vida en su lugar de trabajo. La revelación de la fiscal a cargo del caso fue más impresionante aun, ya que, visiblemente afectada por el suceso dijo que, de acuerdo con el hallazgo, el joven pudo haberse arrepentido momentos antes.

Ese mismo día, mi sobrino Miguel vino a visitarme. Es bombero, y como de costumbre le pregunté: "Tuviste salidas hoy". A lo que me respondió, con su cara de triste por la impresión: "Sí, un intento de suicidio. Una muchacha de 20 de años que quería tirarse de un cuarto piso pero, gracias a Dios, pudimos evitarlo". 

En ese momento, me pregunté: ¿Cómo es posible? ¿Qué está pasando por el corazón de algunos que quizás son menos fuertes?. Inmediatamente pensé en los seres que amo y en lo bendecida que he sido de no vivir entre mi familia, amigos y conocidos cercanos la terrible experiencia de perder un ser querido por suicidio. 

Lo primero que pienso es en mis hijas, en su edad y confirmo lo importante que somos los padres para su desarrollo y formación como entes en una sociedad tan difícil. 

Son los momentos en los que quisiéramos metérnoslos por dentro y protegerlos de todo. Lo sé, ¡Es imposible! , pero lo que sustituye ese fallido deseo es criar hijos fuertes de espíritu e inculcar poderosos valores dónde se destaquen el respeto y el amor a la vida, tanto propia como a la ajena. 

Debemos, como padres, inyectar la seguridad de que todo tiene solución y que nada es más poderoso que el amor de Dios. Es a Él a quién no debemos traicionar, pues el privilegio de vivir fue su regalo. 

Millones de personas han visto la famosa serie, "13 Reasons Why" y entre ellos, Valeria, mi hija de 15 años. Han sido largas horas seguidas viendo la famosa serie hasta terminarla en tres o cuatro días. La trama es dirigida al tema del suicidio en jóvenes y explica las 13 razones por las que una hermosa chica decidió privarse de la vida. El éxito ha sido impresionante y ya esperan la segunda temporada.

Tuve una conversación de lo más interesante con Valeria antes de escribir esta columna. Hablamos del tema y para mi tranquilidad, confirmé que los padres que están presentes en la vida de sus hijos son la inyección de seguridad para estos crecer emocionalmente saludables. Estos proveen las agallas que necesitan los hijos para sobrevivir entre tantos retos (buenos y malos) de los que se compone vivir en este mundo. 

Disfruta a tus seres queridos, cuídalos, atiéndelos, comparte y aprende con y de ellos. Amalos incondicionalmente. No me refiero únicamente a los hijos sino a todo ser que quieras y ames de verdad. También procura exigir lo mismo para ti. No se vale rendirse, porque cada situación tiene una razón de ser. 

La vida es un regalo hermoso, el suicidio no es jamás una opción para salir de las situaciones que nos aquejan. Búscale el significado y la razón a tu vida y supera las situaciones que se te presenten con valentía. Lo mejor es que cada día tiene su propio afán y que con cada amanecer también llegan nuevas esperanzas. Busca el lado positivo de las vosas. No tenerte entre nosotros hace que le causes mucho sufrimiento a los tuyos. 

Antes de pensar en que la vida no tiene propósito, recuerda que hay miles de oportunidades por llegar.