¿Te has puesto a pensar en cuántas palabras existen cuyo origen está relacionado con los números?  Las decimos a diario, pero probablemente no te habías percatado… hasta ahora.

Comencemos con el número uno.  

Los términos que comienzan con ‘uni-‘ tienen como base este dígito.  Por ejemplo, los ‘unicornios’ se llaman así porque tienen un solo cuerno; los ‘uniformes’ se refieren a una sola forma estándar de vestirse; el término ‘unir’ implica incorporar dos o más cosas para formar un todo; la palabra ‘único’ también se refiere a algo solo y sin otro de su especie.  

De igual forma, las palabras que contienen el prefijo ‘mono-‘ o ‘mona-’ también se relacionan con el dígito uno, ya que significa algo ‘único’ o ‘uno solo’.  El nombre ‘monarquía’ se refiere, según lo define el diccionario, a una “organización del estado en la que la jefatura y representación supremas son ejercidas por una persona que, a título de rey, ha recibido el poder por vía hereditaria”.

El dígito uno también está escondido en palabras que usan el nombre o el prefijo ‘primo-’.  El término ‘primogénito’, por ejemplo, se refiere al primer hijo de una pareja.  En ese mismo contexto, la estación del año que conocemos como ‘primavera’ significa la primera parte del verano (prima-vera).

Veamos ahora el número dos.

De este dígito se deriva el término ‘dúo’.  Cuando alguien canta a dúo, se entiende que hay dos personas involucradas.  A su vez, de ‘dúo’ vienen palabras como ‘duelo’, en que dos personas se enfrentan para quitarse la vida.  

Pasemos al tres.

Descubrirás este número en palabras que comienzan con ‘tre-‘.  Una ‘trenza’, por ejemplo, es el conjunto de tres porciones de cabello largo que se entretejen.  Asimismo, encontramos el término trébol para referirse a la planta que contiene tallos con tres hojas, casi redondas.  

Te sorprenderás al saber que la palabra ‘trabajo’ tiene en su origen el número tres.  Esto se debe a que viene del latín ‘tripalium’, un aparato de tortura compuesto de tres palos.  Así que, en el pasado, había una relación entre la tortura y el trabajo. Ya lo superamos… espero.

El próximo número: el cuatro.

De este dígito se derivan términos como ‘cuadrado’ (cuatro lados), ‘cuarto’ (habitación con cuatro paredes) y ‘cuadra’ (el espacio comprendido entre los dos extremos de un lado de una manzana, la cual se compone de cuatro esquinas).

¿Qué hay con el cinco?

Este número se descubre, principalmente, en el prefijo ‘penta-‘.  De ahí vemos palabras como ‘pentagrama’, utilizado para hacer referencia al conjunto de cinco líneas horizontales que sirve para la escritura musical.

Llegamos al seis.

Resulta curioso que la palabra ‘siesta’ tenga su origen en el número seis.  En la época romana, las horas diurnas se dividían en 12 horas, comenzando a las 6:00 de la mañana y terminando a las 6:00 de la tarde. Por lo tanto, el mediodía correspondía a la hora ‘sexta’, momento en que los romanos tomaban un receso, almorzaban y tomaban la ‘sexta’.  De ahí se ha derivado a lo que hoy se conoce como la ‘siesta’.  

Y, por último, el siete.

Este dígito está presente en la palabra ‘semana’, que viene del latín ‘septimana’ (conjunto de los siete días).  Del mismo modo surge el nombre del mes ‘septiembre’, ya que en el antiguo calendario romano, ese mes era el séptimo (igual que ‘octubre’ era el octavo, ‘noviembre’ el noveno y ‘diciembre’ el décimo).

Hay muchas más palabras que, si buscamos bien, tienen escondidas referencias numéricas. Te reto a que las busques y las comentes en las redes sociales.  

¡Nos vemos la ‘septimana’ que viene!