La reconstrucción del seno es una de las disciplinas de la cirugía plástica más gratificante, tanto para la paciente como para su cirujano.

Aunque la mayoría de las pacientes reconstruidas son evaluadas debido a la remoción del seno por cáncer, cada día es más común recibir pacientes de alto riesgo explorando la posibilidad de reconstrucción luego de mastectomías preventivas.

En la última década, en Puerto Rico, hemos avanzado en la educación de las pacientes. Sin embargo, todavía más del 50 % de las pacientes a quienes se les recomienda una mastectomía desconocen sobre las opciones disponibles para reconstruir el seno.

La complejidad de estas técnicas quirúrgicas requiere un adiestramiento especializado y un alto grado de experiencia del cirujano plástico que las practica. Esta rama de la cirugía plástica está en constante evolución, lo que significa que tenemos cada día más opciones disponibles para individualizar el tratamiento de cada paciente.

En Puerto Rico, gran parte de los miembros de la Sociedad de Cirugía Plástica de Puerto Rico practican la cirugía reconstructiva de seno asociados a cirujanos de seno. Por eso, es razonable que toda paciente a la que se recomiende una mastectomía sea evaluada por su cirujano plástico para conocer las opciones de reconstrucción disponibles.

Según las más recientes estadísticas de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos (ASPS, en inglés), en el 2020 se realizaron más de 137,000 cirugías reconstructivas de seno en Estados Unidos. Más de dos terceras partes de estas cirugías son basadas en implantes o expansores de tejido, y el resto incluye el uso de tejido propio de la paciente.

Los implantes de seno han ido evolucionando desde su introducción, en la década de 1960. Aun cuando es la cirugía estética más común, no hay que negar que siempre ha encontrado controversia. Sin embargo, debido a la continua evaluación de los implantes, podemos asegurar que son muy seguros en la mayoría de las pacientes. Eso sí, como todo implante ajeno al cuerpo, se requiere seguimiento a largo plazo y puede requerir cambiarlos luego de varios años. El cirujano plástico es la persona que debe seguir y enviar los estudios necesarios para evaluar los implantes de seno, lo que es parte esencial del tratamiento.

Las cirugías reconstructivas que se basan en tejido propio de la paciente exigen aún mayor grado de complejidad y, por lo tanto, se debe escoger bien a cada paciente que las requiera, para disminuir al máximo los riesgos.

Es preciso destacar que el proceso de reconstrucción va a requerir varias etapas. Estas pueden comenzar al momento de la mastectomía o un tiempo después, según el estadio del tumor y las recomendaciones del equipo médico responsable. Es importante saber que, desde 1998, está vigente una ley federal (Women’s Health and Cancer Rights Act) que obliga a los planes médicos a cubrir no solo la reconstrucción del seno afectado, sino de ambos, si es necesario.

Algunas técnicas de reconstrucción de seno son:

  • l ●Expansores de tejidos seguidos por implantes
  • l ● ●Implantes de seno (solución salina o gel de silicón)
  • Tejido propio del seno (dermal flaps)
  • Reducción de seno con mastectomía parcial
  • Injertos de grasa
  • Matrices dérmicas acelulares
  • Músculo de la espalda (latissimus dorsi flap)
  • Músculo del abdomen (TRAM flap, free TRAM flap)
  • Tejido basado en circulación distante (DIEP flap, gluteal flap)

En muchos casos, la paciente puede preservar su areola y pezón, si su seno no presenta mucha caída y no se compromete su circulación con la cirugía. En la mayoría de los casos en los que la reconstrucción se hace en la misma cirugía de mastectomía, la paciente es admitida solo una noche para observación y luego es seguida en la oficina médica. Las próximas etapas van a depender del diagnóstico y los tratamientos dirigidos a curar su condición, pero, usualmente, pueden tardar de seis meses a un año de su cirugía inicial.

Debemos recalcar que la cirugía de reconstrucción de seno debe ser una decisión principalmente de la paciente, que la considere, luego de una consulta inicial con su cirujano plástico. Como en todo proceso quirúrgico, lo más importante para limitar los riesgos es la salud general de la paciente evaluada y el consenso entre los muchos profesionales médicos involucrados en su tratamiento.

El autor es cirujano plástico, diplomado del American Board of Plastic Surgery y pasado presidente de la Sociedad de Cirugía Plástica de Puerto Rico. Su oficina se localiza en Ciudadela, Ave. Ponce de León, San Juan. Para información, llama al 787-722-0022.