Al ser la diabetes una de las enfermedades subyacentes más frecuentes en las personas contagiadas por el COVID-19, la endocrinóloga Leticia Hernández Dávila recomendó a los pacientes de diabetes estar alertas a sus niveles de azúcar y a los tratamientos para combatir el coronavirus.

Es necesario “mantener ese seguimiento médico, ir a nuestras citas médicas y realizar nuestros laboratorios para monitorear la glucosa en la sangre, y asegurarnos de que nuestra diabetes está en control”, recalcó la endocrinóloga.

Al momento, los efectos a largo plazo del coronavirus en los pacientes con diabetes siguen siendo una interrogante para los profesionales de la salud. La doctora Hernández Dávila explicó que la diabetes se asocia con un estado inflamatorio, lo que presenta un escenario crítico para una persona que se contagie.

“Particularmente, los pacientes que tienen el azúcar descontrolado tienen un sistema inmune que no funciona adecuadamente. Eso los hace más susceptibles a que, si se infectan, tengan una infección más seria o una probabilidad mayor de tener mortalidad”, sostuvo.

De acuerdo con la Asociación Americana de Diabetes (ADA, en inglés), en términos generales, las personas con diabetes tienen altas probabilidades de tener síntomas y complicaciones más graves cuando se infectan con cualquier virus, incluidos el COVID-19 y la influenza.

Además, la ADA explica que las infecciones virales aumentan la inflamación o la hinchazón interna en personas con diabetes, por lo que experimentan riesgos de desarrollar tormentas de citoquinas involuntarias.

“Siempre, nuestro paciente va a ser vulnerable. Cuando vives con diabetes tipo 1 o tipo 2, el enfoque principal es que mantengas tus niveles de azúcar en control, porque eso puede exacerbar tu condición y también anticipa cualquier otra complicación”, indicó, por su lado, Brenda Padilla, directora ejecutiva de la Asociación Puertorriqueña de Diabetes (APD).

También ocurre que aumenta la resistencia a la insulina en los pacientes que se infectan con el COVID-19. Es decir, que a ese estado inflamatorio se le añade un descontrol de la diabetes, agregó Hernández Dávila.

“En el caso del paciente con diabetes tipo 2, puede causar lo que se conoce como un coma hiperosmolar y, en el caso del paciente que tiene diabetes tipo 1, puede provocar una situación bien delicada que se llama cetoacidosis por diabetes, una condición grave que, en la mayoría de los casos, necesita una admisión a intensivo para ser tratada”, abundó la endocrinóloga Hernández Dávila.

La doctora insistió en que los profesionales de la salud deben continuar investigando sobre los tipos de tratamientos que se deben aplicar a los pacientes con altos niveles de azúcar porque pueden complicar su cuadro clínico. En especial, las personas con diabetes deben tener un manejo adecuado de la hipertensión arterial, ya que algunos fármacos podrían no ser los indicados para manejar la enfermedad.

“Hay, también, que evaluar qué tratamientos diferentes se pueden seguir en pacientes con diabetes, que ayuden a disminuir ese estado inflamatorio a tiempo, de manera, que la persona que desarrolla el COVID-19 y tenga diabetes, a la vez, pueda disminuir la probabilidad de complicaciones. Un aspecto importante es que, cuando le llegue el momento a la persona con diabetes de poder vacunarse, lo haga”, resaltó la doctora.

Pacientes con prediabetes enfrentan riesgo

Asimismo, la doctora insistió en que el fenómeno de resistencia a la insulina puede provocar que se desarrolle la enfermedad crónica en personas que se infecten con el COVID-19.

“Las personas que tenían prediabetes, que son las que están a riesgo de diabetes tipo 2, se infectan con el COVID-19 y ese es el detonante para que desarrollen la diabetes como tal. Muchas veces, se resuelve el COVID-19, pero ese detonante hace que se manifieste la condición (diabetes)”, señaló Hernández Dávila.

La endocrinóloga aseguró que otras complicaciones relacionadas con la diabetes, como la obesidad, inciden en un coronavirus más severo.

Los pacientes que tengan otras condiciones, como enfermedades cardiovasculares, fallos renales y presión alta, pueden tener un mayor riesgo de mortalidad por el COVID-19.

Efectos indirectos del COVID-19 en los pacientes de diabetes

Uno de los efectos de la pandemia es la ansiedad que produce el encierro o el miedo al contagio con el coronavirus, que ha transformado sus rutinas de actividad física y cuidado.

“La diabetes y la depresión son dos condiciones que están bastante relacionadas. Es algo prevalente. Muchas veces, la ansiedad, la depresión, ¿con qué las compensamos? Comiendo cosas que no deberíamos”, expresó Hernández Dávila.

La doctora explicó que muchos pacientes dejaron de tomar sus medicamentos o de asistir a sus citas médicas de seguimiento y pruebas de cernimiento. “Han descuidado su seguimiento médico”, añadió.

Además, recalcó que las personas con diabetes que se hayan vacunado contra el COVID-19 deben seguir monitoreando sus niveles de glucosa para, en caso de ver cambios, comunicarse con sus médicos para hacer modificaciones en los medicamentos.

“Siempre hacemos el llamado, 24/7, de que el paciente tiene que estar alerta, aunque se haya vacunado. Hasta que más del 70 % de la población no esté vacunada, no nos vamos a poder quitar la mascarilla. Así que es necesario que nuestra gente que vive con la condición se mantenga utilizando sus mascarillas, lavándose las manos o usando hand sanitizer y manteniendo el distanciamiento físico”, enfatizó Padilla.

Cultura preventiva de la diabetes: esfuerzo de país

“En Puerto Rico, hay 500,000 personas con diabetes. Nosotros tenemos que conocer, por lo menos, a una persona en nuestra familia que tenga niveles altos de azúcar. [...] no estamos solos en el camino. Este es un esfuerzo de país. Las personas tienen que establecer una cultura preventiva de la diabetes”, reconoció la directora de la APD.

Aconsejó que el grupo de apoyo —las personas más cercanas al paciente— también debe seguir una dieta saludable, hacer actividad física y monitorear sus niveles de azúcar.

¡Cuídate!

  • l Trata tus comorbilidades, ten tus vacunas al día y las medidas de seguridad.
  • Cuida tu corazón, función renal, los pies y ojos.
  • Sigue los tratamientos para la hiperglucemia o los altos niveles de azúcar. De haber contraído COVID-19, evalúa si debes hacer modificaciones con tu médico.
  • Controla tu peso e hidrátate.
  • Monitorea tu glucosa con más frecuencia.
  • Realiza un inventario del material de monitorización y los fármacos para controlar la diabetes.
  • Busca apoyo familiar y psicoemocional.
  • Aliméntate sanamente y ejercítate.
  • No detengas tu tratamiento.
  • Busca fuentes confiables de información.