Entrar a la universidad trae muchas satisfacciones. Nos acerca a la meta de convertirnos en profesionales, se hacen nuevas amistades por intereses en común, que, muchas veces, duran para toda la vida, y nos exponemos a conocimientos muy valiosos. Pero, también conlleva una serie de responsabilidades.

El estudiante universitario pasa por una transición de la escuela superior a la universidad que incluye cambios en el ambiente, en el lugar, en los horarios. Se convierte en una persona más independiente, que tiene que empezar a tomar decisiones. Estas decisiones van desde a qué hora llego a la universidad y a qué hora almuerzo, [hasta] cuáles van a ser mis métodos de estudio. En fin, tiene que ocuparse de aspectos que antes no eran una preocupación porque, por ejemplo, lo llevaban a la escuela, almorzaba en el comedor y quizá había alguna ayuda o revisión a la hora de realizar las tareas”, sostuvo el doctor en psicología clínica Samuel Cedrés.

A esto se suma otra realidad y es que es innegable que la austeridad ha tocado las puertas de muchos universitarios.

En Puerto Rico, los aumentos en los costos de matrícula en la universidad del Estado han obligado a que los alumnos tengan que trabajar. En Estados Unidos, datos de expertos indican que los universitarios estudian a tiempo parcial y trabajan a tiempo completo. Ciertamente, un trabajo ingresa nuevos deberes en la vida de una persona.

Tener un trabajo también trae nuevas responsabilidades. Esto conlleva aprender lo que es insertarse en un ambiente laboral. Se deben adquirir unas destrezas nuevas, de acuerdo con el trabajo, estar bajo constante supervisión, cumplir con unas metas o ventas, dependiendo del trabajo, interactuar con un espectro más amplio de personas que pueden ser de diferentes edades o de diferentes grupos sociales, y administrar un presupuesto porque va a estar recibiendo un ingreso. En el trabajo hay una estructura muy diferente a la que tienes en tu casa o con tus amistades”, agregó Cedrés.

Cuando se unen el cumplimiento de los horarios y las tareas de la universidad con las del trabajo, todo puede complicarse. De acuerdo con el doctor en psicología, saber manejar ambas responsabilidades puede depender de la madurez que tenga la persona y de las experiencias formativas que haya pasado en su vida.

Tenemos que ver qué tan expuesta ha estado esa persona a otras responsabilidades desde etapas tempranas en su vida como, por ejemplo, si cumplía con las tareas del hogar. Una persona que no ha tenido muchas responsabilidades y que no ha desarrollado las herramientas para manejar situaciones tensas, puede verse bien afectada. En primer lugar, se puede afectar el área de los estudios o el trabajo. Su desempeño puede disminuir al nivel que considere darse de baja de una clase. Ese es uno de los primeros tropiezos que suelen darse”, indicó Cedrés.

El doctor añadió que otras áreas que también pueden afectarse es su autocuidado, la persona deja de alimentarse correctamente, no hace ejercicio o no comparte con sus familiares o amistades. A su vez, tener estos comportamientos por un tiempo prolongado puede llevar a que el estudiante se sienta ansioso y deprimido.

Para evitar estos efectos, y reconociendo que trabajar y estudiar puede ser muy enriquecedor, Cedrés hizo una serie de recomendaciones:

  • Calcula tus horarios- A la hora de buscar un trabajo, primero verifica tu horario de la universidad. Si estudias en las mañanas, identifica un trabajo que puedas hacer en las tardes o los fines de semana.
  • Busca apoyo- Identifica recursos de apoyo. Las universidades cuentan con una serie de grupos u organizaciones, como estudiantes orientadores y consejeros, entre otros, que te pueden ayudar a organizarte mejor.
  • Haz un balance- Estudiar o trabajar demasiado puede agotarnos física y mentalmente. El balance debe comenzar con el autocuidado. Saca un espacio, ya sea en la mañana o en la noche, para relajarte y soltar las cargas del día. También hay que sacar tiempo para compartir con la familia y las amistades. Satisfacer las necesidades afectivas es crucial.
  • Más autocuidado- Hay que descansar bien, llevar una dieta balanceada y hacer ejercicio. Todo esto aumentará tu rendimiento y te dará energía para realizar tus tareas.
  • Reduce las vulnerabilidades- Esto se refiere a evitar el consumo de alcohol. Si hay que resolver una situación, contarás con las mejores condiciones para atender esa dificultad. Además, el alcohol es un depresor y esto no beneficia la salud emocional.
  • Educación online- No descartes la educación a distancia, ya que, muchas veces, provee mayor flexibilidad de horarios.