De acuerdo con un artículo publicado en la página web del hospital Cedars-Sinai, en Los Ángeles, California, la prueba casera para detectar el cáncer colorrectal es una alternativa para aquellas personas que, por diversas razones, no tienen acceso fácil a una colonoscopia.

En los Estados Unidos, tanto la Sociedad Americana contra el Cáncer como el US Preventive Services Task Force expresaron, el pasado año, su preocupación por las 50 mil muertes que ocurrieron en dicho país, y que pudieron haberse prevenido, ya que, como señaló el gastroenterólogo Javier A. Cerra Franco, “la detección temprana puede salvar muchas vidas”.

Datos básicos sobre la prueba casera

Esta prueba se puede conseguir, con receta médica, en la mayoría de las farmacias. Es muy simple: consiste en un “kit” que contiene los materiales para recolectar una muestra de excreta del paciente.

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“Esa muestra se va a examinar en el laboratorio para detectar sangre oculta en las heces fecales”, explicó el gastroenterólogo. “Si se detecta la presencia de hemoglobina, el resultado es positivo”, dijo.

En principio, comentó Cerra Franco, la prueba casera pretende detectar pólipos en estado avanzado o cánceres en etapa inicial. “Lo malo de los cánceres en el colon es que no manifiestan síntomas mayores y, cuando finalmente se detectan, muchas veces es muy tarde para tratarlos”, admitió.

¿Es confiable y efectiva?

“La prueba casera es un buen recurso, pero no es lo ideal para la detección del cáncer de colon”, expresó Cerra Franco. “Per, una prueba casera es mejor que ninguna”, recalcó.

Sin embargo, el gastroenterólogo planteó que ciertas situaciones pudieran afectar el resultado de la prueba: los pacientes que utilizan medicamentos anticoagulantes, o con diagnóstico de hemorroides pueden arrojar falsos positivos en esta.

El médico destacó que las pruebas caseras funcionan mejor en “pacientes asintomáticos con riesgo promedio, es decir, que no tengan familiares de primera línea con un diagnóstico (de cáncer), historial de pólipos avanzados o enfermedades inflamatorias del intestino, que se consideran como otras condiciones que aumentan la posibilidad de desarrollar la enfermedad”, abudnó.

Un “no” que puede costarle la vida

A juicio de Cerra Franco, una de las razones por las que el cáncer de colon es la tercera causa de muerte en Puerto Rico es, mayormente, por razones culturales.

“Yo diría que es machismo”, reflexionó el gastroenterólogo, tras mencionar que hay pacientes varones que, por sus valores y creencias, no permiten que se les inserte un dispositivo por la vía rectal. Según las estadísticas más recientes del Registro de Cáncer de Puerto Rico (2018), el cáncer de colon y recto fue el segundo con mayor incidencia y mortalidad en la isla.

“Hay señores que dicen que ‘no’ a la colonoscopia, por la manera en que se realiza”, afirmóel especialista. “Es un plan B o una alternativa para ellos, aunque, si el resultado diera positivo, tendrían que someterse a una colonoscopia diagnóstica”, recalcó. “Eso alarga el proceso y, por supuesto, aumenta el riesgo”.

Datos interesantes sobre la colonoscopia y el cáncer de colon

Las pruebas preventivas para detectar el cáncer de colon, según Cerra Franco, han creado cierta antipatía porque el proceso de preparación. “Incluye tomar un laxante para vaciar el colon, y eso crea cierto estrés”, aseguró el médico. “Sin embargo, la ventaja que tiene es que, si se detectan pólipos, en un mismo procedimiento se pueden remover”.

Además de la colonoscopia regular, que requiere sedación, existe la colografía virtual. “Igualmente, requiere preparación (con un laxante), y es un CT Scan protocolado para ver el intestino en tres dimensiones. Conlleva la inserción de un cateter en el ano para inflar el colon; no es muy cómoda que digamos”, admitió Cerra Franco.

Como se trata de una foto, el médico notifica a la persona los hallazgos y entonces requerirá de un procedimiento adicional, con sedación, para la remoción de los pólipos mediante una colonoscopia.

De acuerdo con los datos publicados en la página web de la Sociedad Puertorriqueña de Gastroenterología, el gastroenterólogo se suscribió a los factores que inciden en el desarrollo de este cáncer: genética, obesidad, poco consumo de fibra y agua en la alimentación, ingesta de comidas altas en sodio y en preservativos, el consumo de alcohol y tabaco.

“Lo peor es que tenemos pacientes más jóvenes con condiciones del colon, y eso ha bajado la edad de la primera colonoscopia preventiva a 45 años. Antes se hacía a los 50, pero ya vemos anomalías en pacientes cada vez más jóvenes”, finalizó el doctor Cerra Franco.