Las catástrofes suelen ocurrir sin previo aviso. Además de ocasionar grandes devastaciones, emergencias como los huracanes, terremotos, apagones y la pandemia del COVID-19 constituyen eventos que ponen en riesgo la salud de la población.

Como se trata de eventos que impactan la duración y el acceso a los suministros, los servicios de salud y los sistemas de atención médica, según describen los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, en inglés), los pacientes con diabetes son parte de una de las poblaciones más vulnerables. Para ellos, contar con un tratamiento asequible resulta vital para sobrevivir ante una crisis.

Por esta razón, la doctora María Martínez Mari, médica internista del Centro Médico Episcopal San Lucas, enumeró las consideraciones que se deben tener al preparar un kit de emergencias para pacientes con diabetes.

Asegúrate de contar con las herramientas esenciales

Estar preparado significa equiparse con los productos de uso habitual. La también directora de Educación Médica Graduada de San Lucas sugirió que todo kit de emergencias cuente con un glucómetro, utilizado para medir los niveles de glucosa en la sangre; lancetas o agujas para la extracción de sangre y tiras reactivas para colocar las muestras en el dispositivo médico.

Incluye medicamentos y suministros adicionales

Durante un evento catastrófico, el rango de tiempo en el que un paciente diabético podría volver a acceder a los medicamentos necesarios para su tratamiento, ya sean orales o inyectables, es incierto.

Martínez Mari propuso que los pacientes habiliten su botiquín con suministros para aproximadamente tres meses y que se aseguren de que estos no estén cerca de su fecha de caducidad.

Entre las provisiones suplementarias, la médica recomendó incluir: jeringuillas, insulinas, tiras reactivas, lancetas, baterías adicionales para los dispositivos de monitoreo de insulina y una bolsa plástica para desechar los materiales punzantes y evitar una herida.

Incluye otros productos para controlar tus niveles de glucosa

Las tabletas de insulina y alimentos o bebidas con 15 gramos de carbohidratos rápidos, como el jugo de piña y la miel, ameritan un espacio en tu botiquín de emergencias. Estos productos de absorción rápida proporcionan y restauran la energía de manera inmediata.

Toma en cuenta si utilizas insulina

Los pacientes que utilizan insulina en sus tratamientos deben asegurarse de almacenarla a una temperatura adecuada y en espacios con poca exposición a la luz solar.

Martínez Mari destacó la importancia de verificar la fecha de expiración y que la insulina dure un año. Recomendó examinar con frecuencia los frascos de insulina para garantizar que el líquido no se haya precipitado.

Por su parte, los CDC sugieren mantener la insulina lo más fría posible, pero sin llegar al punto de congelación, pues puede descomponerse y disminuir su efectividad. Además, la agencia nacional de salud exhortó a los pacientes a invertir en una hielera y compresas frías reutilizables para ayudar a mantener fríos sus medicamentos.

Mantén copias de tus documentos médicos

Martínez Mari recomendó que los pacientes incluyan en su botiquín una lista con los nombres de los medicamentos que utilizan y si padecen de alguna alergia.

También enfatizó en guardar la información sobre la farmacia de cabecera, los datos del médico primario o especialista, el contacto del cuidador o persona encargada, y una copia de una identificación con foto y de la tarjeta de plan médico, que te servirán en caso de necesitar atención médica inmediata.

La especialista instó a los pacientes a actualizar sus botiquines al menos dos veces al año y ubicarlos en un lugar de fácil acceso. Asegurarse de indicarle a su cuidador la ubicación del kit resulta imperante.