“Una vez que termine esta crisis, sabemos que saldremos a un mundo diferente, lo que significa que los productos y las experiencias que ahora proponemos crear, también tendrán que ser diferentes. En este escenario”, apunta el informe Future Consumer 2022 del famoso grupo pronosticador de tendencias WGSN, “es más importante que nunca entender qué querrá comprar la gente y cómo crear los productos adecuados. Incluso, si confiamos en la conectividad digital para sobrevivir a este periodo turbulento, es nuestra necesidad de conexión humana lo que realmente dará forma a nuestras vidas”.

¿Y exactamente en qué consiste eso? “La conexión humana no requiere magia ni trucos, requiere honestidad y la capacidad de darnos al otro desde la sencillez, desde el equilibrio emocional y esa empatía humilde que mira al otro con interés para leer necesidades y virtudes”, dice la psicóloga Valeria Sabater, del sitio lamenteesmaravillosa.com.

“El ser humano necesita de estas conexiones no solo para compartir espacios, intereses u objetivos. Hay una necesidad inherente por socializar, por hallar figuras de referencia que nos aporten su amistad, su afecto, su apoyo incondicional”, asegura la experta.

Por tanto, para cumplir con el objetivo de empatizar —o lograr conectar— con el prójimo, regalar no siempre tiene que ser algo material. Y sí, hay regalos que no cuestan nada. Aunque suene a cliché. En estos días, por ejemplo, se habla del regalo de la vida. Y es que, si sigues las recomendaciones de salud para evitar contagiarte y por ende, contagiar a otros con el COVID-19, eso no es política, sino pura empatía y deseo de bienestar para con los demás.

¿Se te ocurren más alternativas para regalar? ¡Tiempo! ¡Tu cara y tu voz! Tampoco tiene que ser de modo presencial, que para eso ya están las plataformas virtuales y otras ventajas de la tecnología. “La conexión humana puede más que el aislamiento”, escribe la doctora Veroshk Williams, en su columna que publica este mismo diario, Bienestar infinito.

Y si conoces bien a quien quieres agradar, debes conocer sus gustos. ¿Cafetero? Envíale por correo, o lo dejas en el umbral de la puerta de su casa, un café artesanal que quieran probar y cítense para un coffee break virtual. Y pónganse al día, ¡con calma! Ya nadie sale corriendo para evitar el tapón.

¿Cocina mucho, o no sabe freír un huevo? Págale una clase y hazlo prometer que cuando practique en casa lo que aprendió, te lo haga llegar. Sino, envíale una compra con algunos de sus productos orgánicos preferidos. Ya habrá oportunidad de comerlos juntos.

¿Padres mayores? En vez de tener que preocuparse por cómo hacer la compra, hazla por ellos. Si antes no lo hacías, este es el momento, recuerda que son una población de riesgo. Seguro que ellos lo considerarán un regalo enorme.

Pero no todo es comida. Un ramo de flores o un arreglo, ¿a quién no le emociona recibirlo?, ¿o qué más emotivo que recibir una carta escrita a mano? ¿Qué tal si en vez de un amigo secreto, esta vez las familias designan un remitente secreto? Es decir, un miembro de la familia, cuya identidad desconoces, te enviará una carta. Luego, en el día designado, cada uno tratará de adivinar quién le escribió, dirá por qué “sospecha” de esa persona y el autor o remitente real podrá leerle su carta delante del resto de los familiares, como una dedicatoria virtual. Seguro que se cuelan anécdotas y recuerdos hermosos que atesoran muchísimo.

¿Tienes una foto del abuelo o la abuela, de esa titi, o entrañable amigo que falleció? Mándala a enmarcar o sencillamente ponla en un marco bonito. Especialmente si es una foto vieja y la logras restaurar (hay lugares que se encargan de hacerlo de la manera correcta). Será un gesto muy agradecido.

Una planta cuyo crecimiento admirarán juntos en el futuro. Un libro, que les asegurará buenas conversaciones. ¿Una pinta de helado artesanal, que le lleven a tu familia por servicio de delivery hasta la puerta de su casa? Y en una cultura tan musical... ¿Qué me dices de un playlist? Selecciona una canción representativa por cada hito o momento especial de su relación y luego le envías a esa persona especial un misterioso enlace a Spotify. Asegúrate, por supuesto, de que el recipiente de esta sorpresa domine la tecnología. Sobre todo, se trata de ser genuino, estar completamente en sintonía con tus sentimientos, al mismo tiempo que honras a aquellos que son importantes para ti. ¿Familia en salud y amigos verdaderos? No tienen precio. Y, “a quién no, a quién no, a quién no le gusta eso”, como dice la letra de la canción del cantante y compositor puertorriqueño Antonio Vélez Iturrino, el “Jíbaro de Añasco” (A quien no le gusta eso).