Estar consciente del cuerpo es esencial para evitar problemas de salud. Por ejemplo, la tiroides —ubicada en el cuello— es una de las glándulas endocrinas que produce hormonas y que controla el ritmo de muchas actividades del cuerpo, incluyendo la velocidad con la que se queman las calorías y cuán rápido late el corazón. Esta glándula puede dejar de funcionar bien y enfermarse con bocio, hipertiroidismo, hipotiroidismo, cáncer de tiroides, nódulos y tiroiditis.

Estos son cinco datos relevantes que debes conocer sobre los problemas en la glándula tiroides y el COVID-19:

  1. En la actualidad, 200 millones de personas en el mundo conviven con algún trastorno de tiroides según la Federación Internacional de la Tiroides (FIT). Se estima que, en Puerto Rico, unas 300,000 personas padecen de enfermedades tiroideas y lo desconocen, lo que pone en riesgo la salud de la población. Está demostrado que estas enfermedades son más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Datos provistos por la Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología (SPED), indican que el 33 % de las mujeres puertorriqueñas tienen alguna enfermedad de la glándula tiroidea.
  2. Muchas de las mujeres que tienen enfermedades en la tiroides pudieran tener síntomas como: cansancio, depresión, irritabilidad, intolerancia al frío o al calor, aumento o pérdida de peso, sueño y menstruación irregular, entre otros.
  3. A finales de mayo se publicó en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism un estudio realizado por el Dr. Francesco Latrofa, endocrinólogo del Hospital de la Universidad de Pisa, donde se reveló que una joven italiana de 18 años sufrió de una condición conocida como tiroiditis subaguda provocada por el COVID-19. En este trastorno, la inflamación provoca que la glándula tiroidea libere cantidades excesivas de hormonas tiroideas, lo que origina hipertiroidismo, casi siempre seguido de hipotiroidismo transitorio y, finalmente, de la normalización de las funciones tiroideas. En el caso de la adolescente, se resolvió por completo en un plazo de una semana tras ser tratada con prednisona, un esteroide. La joven, quien había sido contagiada con COVID-19 por su padre, ya se había recuperado y había dado negativo en una prueba. Sin embargo, comenzó a tener síntomas como dolor de cuello y tiroides, fiebre y aumento cardíaco, por lo que tuvo que ingresar al hospital. Allí fue diagnosticada con tiroiditis subaguda. “Debido a la asociación cronológica, el COVID-19 puede considerarse responsable del inicio de la tiroiditis subaguda”, concluyó el Dr. Latrofa en el estudio.
  4. La Fundación Británica de Tiroides (FBT), dice que por ser un virus emergente no hay información sobre cómo el COVID-19 afecta a las mujeres con enfermedad de la tiroides. Sin embargo, la enfermedad tiroidea no está asociada con un mayor riesgo de infecciones virales en general, ni existe una asociación entre la enfermedad tiroidea y la gravedad de la infección viral.
  5. Tener una enfermedad tiroidea autoinmune no significa que la mujer está inmunocomprometida, según la FBT. La parte del sistema inmunitario responsable de las afecciones tiroideas autoinmunes está separada del sistema inmunitario responsable de combatir las infecciones virales, como el COVID-19. Los pacientes clasificados con un sistema inmunitario debilitado (inmunocomprometidos) suelen ser aquellos con afecciones como leucemia, VIH y SIDA o que toman medicamentos como esteroides en dosis altas, medicamentos inmunomoduladores para la artritis reumatoide o la esclerosis múltiple, quimioterapia contra el cáncer o luego de un trasplante de órganos.