El amor que sienten por la camiseta anaranjada y el compromiso de no permitir que una de las franquicias emblemáticas del Baloncesto Superior Nacional (BSN) desapareciera, llevaron a los hermanos Pedro y Ramón Ortiz y al licenciado César Vivaldi a levantar la mano y rescatar a los Atléticos de San Germán de lo que parecía un inminente receso para la próxima temporada.

“Alguien lo tenía que hacer”, dijo Pedro Ortiz a Suroeste.

En una reunión el miercoles en la noche en Ponce, los apoderados del BSN confirmaron la reactivación del quintento de San Germán. 

La pasada administración de los Atléticos, encabezada por el doctor Manuel Ramírez Soto y la co apoderada Marie Rosado, habían solicitado un receso para la temporada 2019 aduciendo dificultades económicas para mantener la franquicia. Ya la Junta de Directores del BSN la había concedido y sus jugadores formarían parte de un sorteo para que pasaran a otros equipos del torneo.

Pero con la llegada de los hermanos Ortiz (hijos del reconocido sangermeño Pedro Ortiz Álvarez) y de Vivaldi, se reanudaron las esperanzas de que el “Montruo Anaranjado estuviera en cancha cuando iniciara la temporada 2019 en marzo próximo.

La nueva administración presentó toda la documentación esta misma semana ante el comité evaluador del BSN.

“Principalmente nos motiva el hecho de que nunca ha recesado la franquicia. Hay una trayectoria histórica que en un momento dado estuvo en riesgo de perderse y cuando escuchamos eso, mi hermano y yo tuvimos una conversación familiar y decidimos investigar qué podíamos hacer. Así comenzaron las conversaciones con los dueños y de ahí surgió todo con naturalidad”, agregó Ortiz.

“Hubiese sido una gran decepción entre la fanaticada. Se trata no solamente de una franquicia histórica, sino que también tiene mucho arraigo en la ciudad de San Germán… pero por las muestras de cariño que hemos recibido de mensajes, llamadas y todo tipo de comunicación, la respuesta ha sido muy positiva. Siento mucho entusiasmo de parte de los seguidores”, añadió. 

La permanencia de los Atléticos traerá cambios en el formato del torneo, que ahora jugará con nueve franquicias.

Además de San Germán, verán acción Aguada, Arecibo, Mayagüez, Ponce, Bayamón, Fajardo, Quebradillas y Guayama. 

Se espera que durante la temporada regular, cada equipo juegue partidos y de los nueve quintetos participantes, se elimine uno. Para la postemporada, se deja sin efecto la serie de todos contra todos y en cambio se jugarán series de cuartos de final, semifinal y final a un máximo de siete partidos cada serie.

Antes de que las luces de la cancha Arquelio Torres Ramírez se enciendan, todavía hay mucho trabajo por realizar. Además de reunir a los jugadores que ya pertenecen a la franquicia y los adquiridos en el sorteo de jugadores de nuevo ingreso, los Atléticos necesitan definir qué jugadores necesitan para completar la plantilla e intentar confeccionar un quinteto competitivo

“Cambios habrá algunos. Empezamos a mirar la lista de refuerzos y el talento que hay que nos pueda interesar para complementar el equipo. En la agencia libre también hay algunas piezas que nos interesan para complementar lo que tenemos”, subrayó Ortiz, quien es consciente de las limitaciones económicas que enfrenta por tratarse de una ciudad pequeña con una cantidad limitada de auspicios.

“Tenemos que tener un equipo competitivo dentro de las realidades del mercado de San Germán. Si queremos jugar el año que viene y el próximo, debemos tener un equipo que se ajuste a las capacidades económicas del mismo. Dentro de eso, vamos a usar todas las herramientas que tengamos para tener un equipo competitivo”, sostuvo el copropietario de la franquicia, que tiene altas expectativas a largo plazo con el equipo.

“El objetivo de todo el mundo es ganar, pero quizás dentro de un plazo de tres años, que nos permita desarrollar el talento joven y tener todas las piezas en su lugar. No debemos perder de perspectiva la disciplina que tenemos que implementar, que este es un equipo sostenible”, concluyó.