Hay melodías que se transforman en himnos, con letras que provocan un cambio social. 

Pero en 1985 nació un cántico que marcó la Navidad, cuando en la puerta un niño pidió su aguinaldo a la humanidad.

“El niño Jesús”, una extraordinaria aportación del fenecido cantautor Tony Croatto, pasó de ser el éxito de temporada, hasta posicionarse en el corazón del pueblo que aún lo entona con emotividad.

Sin embargo, el clásico tema evolucionó en la letra del cantautor ponceño José Alfredo Méndez Ortiz, exintegrante de la banda original de Tony, a quien el propio artista le pidió que escribiera una segunda parte de la emblemática canción.

Pero nunca se atrevió, porque pensaba que había letras insuperables. Mas la musa despertó ese pedido y la historia continuó.

“Una de las cosas que Tony me planteó era hacerle una segunda parte a la canción de El niño Jesús, no recuerdo en qué año, pero en ese momento pensé, aunque no se lo dije ‘una segunda parte al Niño Jesús, imposible, es difícil. Es como las películas, una película buena, hacer una segunda parte, ay Dios mío”, recordó el músico de 53 años.

“Y retomé la conversación con Tony, y eso fue en el 85, el Niño Jesús creció, ¿qué pasó con ese nene? Una madrugada me levanto con un papel a escribir y digo ‘el niño Jesús es un deambulante”, confesó el también abogado, egresado de la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica en Ponce.

De esa manera, Méndez Ortiz compuso la segunda parte del éxito navideño que el país escuchó por primera vez hace 38 años.

“Es una segunda parte basada en la primera, pero su historia es distinta porque es otra realidad que desembocó en aquel nene que al principio no atendían y acabó así. Antes al niño no le abrieron la puerta, ahora es el mismo deambulante que la sociedad ni siquiera mira a los ojos, que cruzan la calle para no tener contacto con él, ese que sufre y no tiene esperanza”, lamentó.

En esta versión, el artista recrea la dolorosa escena que describe la vida de una persona sin hogar, mientras trata de provocar un cambio social que ayude a aliviar el hambre espiritual de aquel que el pueblo ignora.

“Ese que está ahí tiene una historia y está en un momento de desesperanza, no le importa dónde va a estar al otro día, qué va a hacer, dónde dormir. Mientras hay tanta gente deprimida en su propia casa, rodeada de la gente que ama, con alimento, una cama y pierde el sueño pensando, y en la calle hay otros que ya no tienen motivo para soñar”, resaltó.

“Hay gente que prefiere comprarle comida porque piensa que, si le da ese peso, va a curarse. Pero son cosas que no se pueden evitar, y la canción lo toca cuando dice ‘te pide el pesito para matar el hambre o pude ser para la cura”, señaló.

La melodía será un vehículo de ayuda para el Centro de Deambulantes Cristo Pobre, ya que el cantautor compartirá la ganancia con esta causa. Además, donará una presentación especial durante la cuarta cena Compartiendo tu pan con Cristo Pobre, a celebrarse el sábado, 17 de noviembre desde las 6:00 de la tarde en el Club de Leones en la carretera PR-14 de Ponce.

“La canción es creando conciencia de que eso es un problema que realmente es responsabilidad de todos. El centro hace el trabajo que es de nosotros, y cuando hay una entidad que se encarga de eso, hay que apoyarla porque de verdad, deberíamos ser todos”, expresó.

“Lo que hace el centro es bien grande, porque no tan solo les da albergue, comida, sino que trata de volver a insertarlos a la sociedad y que tengan una vida normal, eso es más grande todavía”, apuntó.

Para detalles puede llamar al 787-980-2929 o al Centro de Deambulantes Cristo Pobre, 787-841-7149 y 787-501-2111.

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