Sea por diversión, curiosidad o por necesidad, el auge en la confección y consumo de cervezas artesanales ha crecido exponencialmente en Puerto Rico.

Y es que se han combinado dos factores importantes: pequeños empresarios que se lanzan a la aventura de iniciar una microempresa basada en la producción de cerveza y un consumidor ávido de vivir nuevas experiencias en su consumo.

“El consumo de cervezas artesanales ha evolucionado en el mundo entero y Puerto Rico no es la excepción. Las personas son bien proactivas a degustar algo nuevo. El consumidor está respondiendo al llamado de probar otro tipo de cervezas más allá de las normales”, sostuvo Sylmarie González, co propietaria, junto a su esposo Juan Carlos Irizarry, del establecimiento Pizza and Beer Cave en Isla Cueva en La Parguera.

“La gente está cambiando los niveles de consumo fuera de lo tradicional y viviendo nuevas experiencias. Así como hay un ‘boom’ de gente que quiere conocer al mundo, así también pasa con los sabores, en la comida y en la cerveza. La gente quiere experimentar, aprender algo distinto”.

Se conoce como cerveza artesanal aquella que se elabora siguiendo una receta propia. Por lo general, su producción es limitada y concentra su atención en desarrollar sabores y texturas distintas a las cerveceas más tradicionales y de mayor distribución.

Fue en el 2005 que en el Viejo San Juan abrió Old Harbor, la primera micro cervecería en la Isla, y que contaba con cinco variedades: Kofresí, Old Harbor, Santo Viejo, Taína y Coquí. Su local -que combinaba restaurante y barra- estuvo abierto al público hasta el 2015. Sin embargo, la empresa aún produce algunas de sus marcas, que se pueden encontrar en distintos establecimientos especializados en todo el país. 

Desde entonces, han emergido distintas marcas locales, entre ellas, Boquerón Brewing, que tiene en el mercado tres etiquetas principales (Boquerón Pale Ale, Boquerón Blonde Ale and Crash Boat IPA) y otras tantas que varían según la temporada.

FOK Brewing Company, original de Caguas, también goza de popularidad en la Isla con tres productos principales: FOK Red Ale, FOK Blonde Ale y FOK Coffee-Black IPA. De igual modo, Ocean Lab Brewing Co. tiene en el mercado seis tipos de cervezas artesanales: American Wheat, Blonde Ale, IPA, Pale Ale, Sunset Amber y Stout.

Pero existen muchas más microempresas que se han lanzado a la aventura de probar suerte con sus propios productos, para el disfrute de la cada vez más exigente clientela cervecera en la Isla.

De igual forma, existen páginas webs y grupos en redes sociales como Facebook y Twitter que se especializan en respaldar y promover locales y actividades donde se promocionen las cervezas artesanales. 

Dentro del mercado de cervezas artesanales, está la modalidad de barril, el cual también gana terreno en la Isla.

“Nosotros quisimos hacer un negocio de cervezas de barril en La Parguera porque es un movimiento internacional y no queríamos quedarnos atrás. Además, una de las primeras microempresas de cervezas en Puerto Rico fue de esta zona, la de Boquerón”, manifestó González, cuyo establecimiento inició hace tres años con cuatro líneas de cerveza de barril y hoy poseen más de 14 marcas distintas y sobre 100 etiquetas de cervezas artesanales embotelladas. 

Según González, una de las mayores atracciones que tiene la cerveza artesanal, además de producir en cantidades pequeñas, es “estar en la línea de lo natural. Se utilizan menos preservativos que la cerveza comercial.

“En la cerveza, al igual que el vino, hay un movimiento creciente de maridaje, o sea, combinar la cerveza con distintos tipos de comida. La gente quiere conocer más”, sentenció.