DURANTE TODA su carrera baloncelística, José “Piculín” Ortiz siempre estuvo expuesto a los cambios, ya fuera de equipos, de liga o de país en donde jugar.

Y también en su vida personal.

Por eso, ante la nueva realidad del Puerto Rico luego del paso del huracán María, el ex astro de la selección nacional vuelve a apostar a una faceta lejos del baloncesto, pero que tampoco es desconocida.

Ortiz, junto a su esposa Sylvia Ríos, inauguraron hace unos días Vintage Pizza Bar, un restaurante en el área de la Parguera que invita a compartir en familia en un ambiente relajado, clásico y acogedor.

“Ante las circunstancias de todas las cosas que han pasado después de María, ha habido muchos cambios en Puerto Rico y yo no soy la excepción”, dijo Ortiz, quien por los pasados años laboró con la Federación Internacional de Baloncesto en su oficina regional (FIBA-Américas) en Puerto Rico.

“FIBA decide llevarse la oficina para Miami y yo tenía que tomar una decisión. Ya yo le había dicho a FIBA que no tenía interés en mudarme para Miami, así que tomé esta decisión”, agregó.

Por meses, ambos contemplaban la idea de abrir un establecimiento juntos y luego de observar varios lugares, surgió una oportunidad en La Parguera, un lugar especial para Ortiz, pues lo visita desde sus años de jugador en los Atléticos de San Germán y hasta posee una propiedad en la zona.

“Estuvimos mirando a ver qué íbamos a hacer hasta que se nos dio esta oportunidad. Observamos que no había una pizzería elegante, en un ambiente tranquilo que ofreciera una pizza artesanal con cerveza artesanal y ambiente tranquilo”, recordó el legendario baloncelista.

“Todo ha sido de manera orgánica. Primero, apareció el local, luego la familia y los amigos nos apoyaron mucho y nos embarcamos en este proyecto. Así que estamos bien contentos y con mucha esperanza de que nos va a ir bien”, dijo, por su parte, Ríos.

El local se especializa por la pizza artesanal, calzonis y aperitivos, acompañados por una gran variedad de cervezas artesanales, vinos y tragos. Su horario será de miércoles a domingo de 11:30 a.m. a 10:00 p.m.

El nombré, según contó Ríos, fue pura casualidad.

“Cuando vinimos a ver este local, todavía no teníamos el nombre. Entonces vimos la loseta que tenía este piso y rápido pensé en algo vintage, porque nos recordó las casas de nuestros abuelos. A partir de ahí nació el concepto de lo que queríamos tener. Nada súper moderno, todo clásico”, recordó Ríos.

El establecimiento cuenta con una decoración elegante y clásica. Las mesas simulan madera antigua y las paredes están decoradas con fotos antiguas de La Parguera y de otras zonas de Lajas, también de la carrera de Ortiz y fotos y utensilios familiares, decorados con elementos que le dan un aire familiar y antiguo a la vez.

Para Ortiz no es la primera vez que se embauca en una aventura como empresario de un establecimiento de comida. En el año 2000 invirtió en el restaurante Patria, en su natal Cayey. Sin embargo, casi tres años después cerró sus puertas luego de irse a quiebra.

“Yo me quedé con la espinita de Patria. No creas que yo cerré y ya. A mí me dolió cerrarlo. Pero no va a ser el caso aquí, porque allá yo puse el dinero, pero no podía estar físicamente allí, porque todavía estaba jugando. Aquí yo voy a ser el manager y espero estar todos los días”, sostuvo Ortiz.

“Siempre me ha gustado la cocina. No es que soy chef, pero conozco sus cositas. Cuando viví en España aprendí mucho y siempre me ha gustado tener un negocio para poder entretenerme y estar tranquilo”, agregó.

En el futuro, la pareja espera ampliar la capacidad, incluyendo colocar mesas al aire libre frente al negocio, entre otros cambios.

“El que quiera venir a disfrutar de una buena pizza en un ambiente tranquilo y familiar, aquí estaremos. Y puede llevarse de recuerdo una foto conmigo… claro, después que coma”, sentenció Ortiz.