Un nuevo año escolar acaba de comenzar y para muchos niños será su primera experiencia, que comenzó con mucho entusiasmo y anticipación de éxitos, tanto de parte de ellos como de sus padres.

No obstante, según avance el año escolar, algunos padres y madres comenzarán a recibir notificaciones o preocupaciones de parte de los maestros que harán añicos toda la ilusión inicial. Comenzarán a informarle que su niño se distrae con facilidad y hay que repetirle constantemente las instrucciones, que a veces parece que está sordo y se desconecta, que le cuesta seguir instrucciones en secuencia y se le olvida lo discutido oralmente en clase.

Relacionadas

Además, les informarán que está presentando dificultad para aprender a leer, que le cuesta discriminar los sonidos de las letras y reconocerlas; en adición a que no comprende el concepto de rimas y no muestra ningún interés por aprender a leer.

Como si esto fuera poco para agobiar y angustiar a los padres y madres, les indicarán que a su niño le cuesta contestar preguntas y re narrar los cuentos que se leen en voz alta en el salón. Finalizarán con la sentencia de que su ejecución escolar está por debajo del grupo y que si no buscan ayuda podría fracasar en kínder.

Ningún padre está emocionalmente preparado para escuchar noticias como esta, con el agravante de que no sabrán a dónde dirigirse para buscar ayuda porque no saben qué realmente le pasa a su hijo.

Las dificultades descritas son típicas en niños con trastorno de procesamiento auditivo. Este diagnóstico se define como la dificultad que presenta el cerebro para percibir, analizar, interpretar o razonar la información que el oído recibe u oye. Se descarta problema de audición o cognición. A este problema también se le llama procesamiento auditivo a nivel central porque es en el cerebro en donde ocurre la dificultad para interpretar, no en el oído, que funciona adecuadamente.

La causa aún no se conoce, pero sí que se relaciona con dislexia y problemas de aprendizaje, lenguaje y atención.

El trastorno de procesamiento auditivo se hace más evidente por la demanda del salón de clases, de ahí que sea al comenzar en la escuela que los maestros le den la voz de alarma a los padres. Sin embargo, hay unos indicadores desde edad preescolar que podrían alertar a los padres para evitar un fracaso escolar, si se trabaja con la mayor prontitud.

Indicadores

¿Cuáles son los indicadores de un trastorno de procesamiento auditivo en niños a nivel preescolar?

-Son aprendices visuales; prefieren montar rompecabezas o ver televisión a que le lean un cuento.

-Les molestan ciertos ruidos, como el de la aspiradora, y se cubren los oídos, lloran o les da una rabieta cuando se exponen a los mismos.

-A veces parece que están sordos; si se envuelven en una tarea visual no responden cuando se les llama.

-Preguntan constantemente “¿qué?” para que se le repitan preguntas, instrucciones o cualquier mensaje auditivo.

-Su desarrollo del habla y lenguaje fue lento.

-Se distraen con facilidad por ruidos del ambiente

-Se desorganizan en actividad con ambiente ruidoso, se tornan muy activos, les dan rabietas o, por el contrario, se muestran excesivamente tímidos, inseguros o llorosos.

-Mal interpretan palabras que se escuchan parecidas, como bote y pote.

-Podrían presentar problemas de conducta.

-Les cuesta seguir más de una instrucción, omiten una o se confunden.

-Se pierden en una conversación en grupo, mal interpretan sobre lo que se está hablando o reaccionan lento a algún comentario jocoso.

-Los padres en ocasiones se han cuestionado si su hijo es sordo, aunque las evaluaciones audio métricas arrojan resultados adecuados.

La autora es patóloga del habla y lenguaje y directora del Instituto Fonemi de P.R.