El alcalde de Hormigueros, Pedro García, advirtió que, de continuar los recortes presupuestarios a los municipios por parte del gobierno central y de la Junta de Supervisión Fiscal, se verá en la obligación de considerar la reducción de jornadas o hasta despidos de empleados.

La retención de fondos municipales que permanecían en el quebrado Banco Gubernamental de Fomento, la merma en los recaudos del Centro de Recaudación de Impuestos Municipales (CRIM), el cobro de préstamos no desembolsados, la eliminación del .5% procedente del Impuesto a la Ventas y Uso (IVU) que era destinado a los municipios y la suspensión de subsidios municipales, entre otros, unidas a las propuestas de la Junta de Supervisión Fiscal y la administración del gobernador Ricardo Rosselló, han afectado seriamente las finanzas de los municipios alrededor de toda la Isla, al punto de que se augura que al concluir el próximo año fiscal, habrá una enorme cantidad de municipios en números rojos.

“El año pasado, esas medidas fiscales le quitaron a todos los municipios $175 millones y Hormigueros se afectó en $1.5 millones. Este año, nuevamente nos van a quitar $45 millones que van a afectar más a los municipios pequeños. Eso va a representar una disminución adicional de presupuesto operacional de más de $2 millones”, sostuvo García en medio de una manifestación en protesta convocada por distintos sectores por las medidas del ente federal.

“En un año plazo, les han quitado a los municipios $219 millones y Hormigueros se afectaría por más de $3 millones ”, agregó el alcalde.

Entre las medidas que podrían afectar aun más las arcas municipales, sobresale la posible eliminación del subsidio creado por la llamada Ley 52 y que utilizan muchos municipios para crear empleos. La medida está bajo evaluación como parte del nuevo Código de Incentivos.

“A ese trabajador de Hormigueros, la gente que recoge la basura, la gente que está en la calle en el reciclaje y los que le dan mantenimiento a las carreteras son los más que se afectan, porque son empleados irregulares y que tienen seis o siete horas (de jornada)”, sostuvo el primer ejecutivo municipal. 

“Nosotros vamos a tener que hacer ajustes y, quizás, hasta despedir personas. Yo no he despedido a nadie hasta el momento, pero se nos va achicando la cosa”, lamentó García.

El alcalde aseguró que, en un intento por salir a flote, eliminó toda la “grasa” que podía en su administración municipal, incluyendo la suspensión de las Fiestas Patronales y otras actividades culturales. Sin embargo, no es suficiente.

“Ya no tengo de dónde más cortar. Tengo que empezar a mirar la nómina. Tengo que mirar lo que son los servicios esenciales. Así que va a ser difícil”, sostuvo. 

Las declaraciones de García se producen luego de que hace unas semanas, el municipio de Cidra despidió a cerca de 200 empleados. Otros alcaldes como, Jorge Esteves, en Añasco y María “Mayita” Meléndez, en Ponce, implementaron reducción de jornadas y de sueldo de algunos empleados.