Alexander Marrero lleva meses intentando que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) le renueve el permiso para poder exhibir sus animales exóticos.

Se trata de un procedimiento rutinario que por años ha realizado con la agencia gubernamental pero que, en esta ocasión, se ha atrasado al punto que pone en peligro parte del atractivo de su reconocido negocio, don Frappé en Añasco.

“Se ha tardado demasiado”, sostuvo Marrero en conversación con Suroeste.

La problemática, según trascendió, surge porque el DRNA les ha pedido más requisitos para poder exhibir sus animales y, en muchos casos, se ha tardado mucho tiempo en responder.

“En mi caso, yo estoy desde marzo esperando por la licencia. Afortunadamente, yo tengo también una licencia federal, aunque el cierre del gobierno federal también me atrasó ese permiso. El problema es que hasta que no tuviera la licencia federal, no me dan la estatal”, sostuvo Marrero.

“Pero todavía estoy esperando que me contesten del DRNA. No se sabe ni la hora que es y eso me preocupa, porque esas son mis habichuelas”, reiteró.

Don Frappé, que ubica en la carretera PR-2 en Añasco, cuenta con varios animales como llamas, venados y emús para el disfrute de los cientos de niños que pasan diariamente por ese establecimiento.

“Ya he optado por hacer cosas privadas y no exponerlos mucho porque quiero estar al día. Aunque no somos muchas las personas que tenemos este tipo de licencias, es un problema porque nos atrasa todo”, sostuvo.

Situación parecida experimentó Georgie Ferrer, dueño de la finca West Hay Farm y organizador de la Feria Agrícola del Valle de Lajas.

El evento, que atrae a miles de visitantes a su finca, donde exhibe cientos de animales exóticos de distintos países, se vio seriamente en peligro porque la licencia no había sido renovada.

“En mi caso se suponía que antes de mayo ya tuviéramos esos permisos y tuve que mover cielo y tierra para que me los dieran. La semana pasada finalmente me los firmaron. Hasta consideré en un momento suspender la Feria, pero los compromisos económicos eran enormes”, apuntó Ferrer.

“Cuando se renuevan las licencias, normalmente se hace hasta dos meses antes de su fecha de vencimiento. Así lo llevamos haciendo 17 años, pero este año por poco no se puede hacer”, se lamentó Ferrer, quien entre sus atractivos animales cuenta con cebras, watusis, bisontes, camellos y avestruces, entre muchos otros.

Suroeste supo que la directora de la oficina de permisos de vida silvestre del DRNA, Marilyn Colón, lleva sobre 25 años en ese puesto y es la persona encargada de coordinar nuevas licencias y renovaciones. Sin embargo, quien finalmente otorga el permiso o la renovación de licencias es el subsecretario del DRNA, Armando Otero Pagán. 

“Últimamente están pidiendo más requisitos, o te suben las primas de los seguros, o te piden un permiso adicional. El año pasado, para poder tener unos monos, me tuve que incorporar como zoológico”, se quejó Marrero.

Pero los comerciantes no son los únicos que no han logrado renovar las licencias de exhibición de animales. Atracciones como el propio zoológico de Mayagüez o el Parque de las Ciencias de Bayamón se encuentran en la misma situación. Ambos permanecen cerrados al púbico desde el paso del huracán María, pero, según trascendió, tampoco tienen los permisos al día para poder abrir próximamente.

Este medio intentó tener una reacción del subsecretario del DRNA, pero el pedido no fue contestado.