De ocurrir un evento de tsunami, las comunidades costeras de Arroyo, Salinas, Santa Isabel, Juana Diaz, Guayanilla y Guánica, no tendrían manera de enterarse ya que las sirenas continúan dañadas desde el paso del huracán María.

Incluso en Ponce, dos de los tres equipos instalados para esos fines tampoco funcionan. Y municipios como Patillas, Peñuelas y Yauco no cuentan con estas bocinas especiales.

Para el comisionado del Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD), Carlos Acevedo Caballero, la respuesta a esta situación es que los municipios afectados aún no han recibido el reembolso de las compañías de seguros.

“Muchas sirenas se afectaron por el paso del huracán María, muchas se han restablecido, hay otras que los municipios están en espera de que las compañías de seguros les den el reembolso para entonces saber si tienen que solicitar una ayuda adicional a FEMA, o con el reembolso que da la compañía de seguros pueden instalarlas nuevamente”, aseguró el comisionado de NMEAD.

Aunque Acevedo mencionó que las bocinas de Ponce y Guayama están funcionando, fuentes de entero crédito insisten en que las sirenas establecidas en El Tuque y el malecón de La Playa ponceña siguen fuera de operaciones. Solo se mantiene activa la bocina ubicada en La Guancha y la instalada en el Municipio de Guayama.

“Estas sirenas pertenecen a los municipios, aunque fueron compradas con fondos federales. Pero nosotros tenemos un proyecto con FEMA, que aunque los municipios tengan sirena, estaremos instalando otro sistema de sirenas redundantes en la isla, alrededor de los 46 municipios certificados”, reveló el principal funcionario de NMEAD.

Pero las zonas certificadas como Tsunami Ready, también enfrentan otra serie de circunstancias que podrían perjudicar la respuesta inmediata de estas comunidades. Se trata de los letreros que identifican la ruta de desalojo.

“María tumbó mucha de esta señalización y otros letreros fueron robados porque eran en aluminio. Lo que se está haciendo con la Red Sísmica es que se está señalizando nuevamente estos sectores; los que tumbó María se están instalando letreros hechos en plástico duro para que no se los roben”, admitió Acevedo Caballero.

La situación ha levantado una ola de preocupaciones entre los vecinos de estas zonas vulnerables, porque aún los planes de desalojo son desconocidos para gran parte de la población. Al menos en Ponce, miles de residentes de la urbanización Villa del Carmen y Puerto Viejo quedarían atrapados de no rediseñar la ruta.

“Si viene un tsunami nos ahogamos porque no tenemos salida. Hay una verja hacia el norte que no nos deja salir porque esa parte pertenece al Puerto Las Américas, es la finca Percom.”, manifestó Miriam Robles, líder de la comunidad Puerto Viejo en La Playa de Ponce.

Mientras que Villa del Carmen solo tiene una entrada y salida, que llevaría a las personas a pasar por debajo del puente de la avenida Santiago de los Caballeros. A menos que el Gobierno Municipal divulgue una ruta alterna, ya que la mayoría de los vecinos contactados desconocen hacia dónde se dirigirán al momento de ocurrir la emergencia.

Suroeste intentó obtener una entrevista con el Director de la Oficina Municipal para Manejo de Emergencias de Ponce, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta.