Las familias que viven en hogares con toldos azules serán consideradas en el conteo de personas sin hogar que iniciará en enero del próximo año, según los nuevos requerimientos del Gobierno Federal.

Esto aumentará vertiginosamente la cifra de gente sin techo en el país, que en 2017 era de unos 3,501, incluyendo a las personas ubicadas en albergues de emergencia, hogares sustitutos y aquellos que residen en las calles. 

“Este año, el conteo se hará con las personas sin hogar que tradicionalmente conocemos y, además, todas esas casas que tienen toldos se consideran personas sin hogar, porque el hogar donde están viviendo no es habitable, a veces no tienen nevera ni estufa y eso no lo hace habitable”, expresó Juan de Dios Videau Soler, administrador del Centro de Deambulantes Cristo Pobre en Ponce.

“Eso nos conviene, porque independientemente de los fondos que hay asignados para resolver esos problemas que asignó el Departamento de la Vivienda Federal, la cantidad de personas sin hogar va a aumentar considerablemente y ahí se va a justificar los fondos que se piden al Gobierno federal para resolver la problemática de personas sin hogar que tiene Puerto Rico”, admitió.

Según Videau, hasta el 2017 el conteo de personas sin hogar en Ponce subrayaba unos 226 casos. No obstante, señaló que el ejercicio es una muestra y no contempla todos los sectores del municipio sureño, que según el Gobierno Federal habría que multiplicar esa cifra hasta cuatro veces.

“Nosotros tenemos una matrícula de 129, y no sabemos si es que como institución absorbemos a casi la totalidad de personas sin hogar en Ponce o es que están concentrados en esta área y por eso vienen aquí. Un ejemplo de este aumento es que nosotros recibimos 10 casos nuevos en las pasadas dos semanas”, explicó.

“Con la inclusión de otros casos nos ayuda a presentar una propuesta que un poco mitigue el aumento que se está planteando de personas sin hogar. De hecho, una de las situaciones que tenemos es que no podemos darle un apartamento destinado para una familia a una pareja consensual, puede ser si están casados o tienen hijos, porque la propuesta no lo permite, sino se tiene que ubicar a cada uno por separado a menos que lleguen con los hijos”, resaltó el administrador del albergue.

Otro aspecto que limita los servicios es que en Ponce no existen programas que atiendan la población de 18 a 24 años.

“Los podemos ubicar en el albergue, pero es una población que requiere de atención especial, en el sentido de que hay que canalizar sus problemas para incorporarlos nuevamente a la sociedad. El problema es que hay unos muchachos que están empezando en una situación de deambulancia, pero si hubiera una institución para atender a esa población joven y sacarlos a tiempo, antes que lleguen a unas condiciones crónicas”, destacó por su parte Luis Cruz, presidente de la Junta de Directores de Cristo Pobre.

El nuevo conteo propiciará que se incluya otros municipios que no tienen proyectos de vivienda para personas sin hogar. En las zonas sur y oeste, estos servicios se ofrecen en Guayama, Coamo, Jayuya, Ponce, Yauco, San Germán, Cabo Rojo, Hormigueros, Mayagüez y Aguada, entre otros.