Luego de revelarse la autenticidad de las piedras halladas por el Padre José María Nazario y Cancel durante el siglo 19, el Municipio de Guayanilla mostró interés de custodiar la colección arqueológica que está en poder del Instituto de Cultura Puertorriqueña.

No solo eso, sino que el ayuntamiento está en conversaciones con la Arquidiócesis de San Juan para identificar   dónde están sepultados los restos del sacerdote y trasladarlos a la Parroquia de la Inmaculada Concepción en ese pueblo.

“El primero de septiembre se cumplen 100 años de la muerte del Padre Nazario y comenzamos ya con esa gesta al igual que con las piedras. Va a ser la gesta de encontrarlo porque sabemos en qué cementerio está, pero tenemos que buscar la tumba; ya se está preparando un ejército de amigos para poder traerlo a nuestro pueblo”, dijo el alcalde de Guayanilla Nelson Torres Yordán.

“Este museo se inauguró en el 2012 y originalmente se le puso el nombre del Padre Nazario con la expectativa de poder traer toda la colección acá para que la gente la pueda ver. Tenemos 19 piezas aquí en el Museo, y es importante que, si hay una ley que establece eso, nosotros nos vamos a encargar de que se cumpla”, apuntó el alcalde guayanillense.

El enigmático descubrimiento de unas 800 piezas marca la existencia de otras culturas que vivieron en la Isla en un periodo que fluctúa entre 900 años antes de Cristo y 900 después de Cristo.

Sin embargo, aunque su autenticidad quedó demostrada recientemente, la escritura impregnada en estas piedras no corresponde a ninguna lengua o idioma registrado en el mundo.

Es decir, que los mensajes expuestos destapan una comunicación que por el momento no ha podido ser descifrada.

“La investigación que hice recientemente solo forma parte de unas secuencias de trabajos que se han hecho a través del tiempo y el crédito de todo esto lo merece el Padre Nazario, que fue el primero que encontró estas piedras y se atrevió a hacer planteamientos que iban en contra de lo que todo el mundo pensaba en ese momento, sobre qué grupo se había movido para acá y desde dónde”, planteó el arqueólogo Reniel Rodríguez. 

“Él (Padre Nazario) planteaba que las piedras tenían que ver con las tribus perdidas de Israel y que era un planteamiento que en Puerto Rico era revolucionario. Entonces, Puerto Rico fue visitado por un arqueólogo estadounidense que en el 1903 planteaba que las piedras eran falsas y como siembre en Puerto Rico creemos lo que dicen los americanos, así se quedó la cosa”, agregó Rodríguez sobre la visión que aún permanece en la comunidad arqueológica de Puerto Rico.

No obstante, en la década del 80, el ingeniero e historiador Aurelio Tió, hizo una serie de investigaciones e insistía en que las piedras del Padre Nazario eran auténticas, pero sus alegatos cayeron en oídos sordos.

Hasta que, en 2012, el arqueólogo Rodríguez que es catedrático en el Recinto de Utuado de la Universidad de Puerto Rico, aceptó el reto que ha conllevado varias etapas, inicialmente con fondos del Municipio de Guayanilla y más adelante a través de la institución universitaria.

“Es bien importante que la piedra no la puedo fechar con carbono 14, porque eso lo que fecha es carbón o cosas orgánicas, pero la suerte fue que algunas de las piedras tenían carbón pegado, y pude fecharlo. Entonces vi que en efecto el carbón era precolombino, siglos antes de la llegada de los españoles que confirmaron que las piedras eran antiguas”, reveló el arqueólogo quien se llevó las piedras a un laboratorio de Israel.

“Cuando la arqueóloga las estudió, se dio cuenta rápidamente que las piedras tenían antigüedad. Luego traje un experto en epigrafia que establece que la escritura reflejada en la piedra aparenta ser un tipo de escritura antigua, pero tal vez contradecía al Padre Nazario en que no era escritura hebrea, sino que parece ser un nuevo tipo de escritura desconocida en el mundo hasta ahora”, destacó.

Rodríguez aseveró que la confirmación limpia el nombre del Padre Nazario y del historiador que creyó en el descubrimiento.

“No quiero que se vea que yo inventé la rueda, sino que seguí los pasos de un trabajo que ya se había hecho anteriormente y con el peritaje de estas otras personas, aportamos una evidencia que me parece que contundentemente, subraya el hecho de que las piedras del Padre Nazario son auténticas”, recalcó.