Un incidente de violencia doméstica le arrebató a su hija Arelis Suárez Santiago, quien fue asesinada por su expareja Félix Ramos Domínguez, el 23 de enero de 2017 en la comunidad Cristina de Juana Díaz.

La joven madre se convirtió en la primera víctima de ese año, dejando sin consuelo a sus dos vástagos y a una familia que la amaba, especialmente su padre, José Suárez Hernández.

Pero el dolor se convirtió en mecanismo de ayuda para este juanadino, el cual dedica su tiempo para educar sobre ese mal social.

“Ella se fue a vivir conmigo en varias ocasiones, precisamente por el maltrato, porque sé que era maltratada física, mental, verbal, sicológicamente. Pero ese charlatán, ese vividor, con quien muchas veces dialogué para que parara el abuso que tenía con mi niña, me la mató”, lamentó el juanadino.

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Es precisamente el amor por su hija, la fuerza que mantiene de pie a este hombre quien decidió transformar sus lágrimas en valentía para que evitar que se pierdan más vidas por causa de la violencia doméstica. De esa manera nació el colectivo Detente, no más violencia, fundado un mes después de la muerte de Arelis.

“Fue un grupo de amigos que se acercaron para darme apoyo, para poder salir del dolor, porque esto es bien duro, pero gracias a ellos es que hemos creado este grupo. Gracias a esos amigos y hermanos, he encontrado paz y entendimiento”, manifestó.

El movimiento, liderado por Suárez y su prima, la sicóloga Nivia Rodríguez, comenzó con una marcha de prevención de violencia de género realizada en marzo de 2017 en Juana Díaz. Más adelante hicieron la convocatoria para Santa Isabel.

“Actualmente somos enlace con otras agencias e instituciones para canalizarle la ayuda a esa víctima, que no se sientan solos. Nos han llegado casos de Juana Díaz, Santa Isabel, Villalba, Ponce, la mayoría son jóvenes, de 20 a 30 años, hombre y mujer, porque la violencia de género ocurre en ambos casos, aunque la mayor parte de los casos son mujeres”, dijo.

La organización cuenta con sicólogos, consejeros, trabajadores sociales, abogados, comunidad de bases de fe y familiares de Arelis, quienes brindan servicios de apoyo directo tanto a la víctima como a sus familiares. Esto sin dejar a un lado al agresor, con servicios de ayuda sicológica y orientación legal.

“Para tener una mejor comunidad, un mejor país, tenemos que dejar de decirle a los nenes que el hombre es el que lleva los pantalones en la casa. Hay que enseñarles desde pequeños que tanto la mujer como el hombre pueden llevar el pan a la casa, que dejemos de creer que somos superhombres, porque una relación sana se basa en el respeto, la igualdad y la libertad del ser”, recomendó.

Actualmente, Félix Ramos cumple una condena de 100 años y dos días por el asesinato de Arelis, que al momento de su muerte tenía 31 años de edad.

“Decidí olvidar muchas cosas por el bien de los nenes. Que no perdono, no lo voy a perdonar, entendemos que se hizo justicia terrenal, lo demás queda en manos de Dios”, confesó.

Para detalles sobre el movimiento Detente, no más violencia, puede llamar al 787-385-8020.