CERCA DE 98 infantes cuyas madres fueron diagnosticadas con zika durante el embarazo, son monitoreados por un programa científico en Ponce que persigue trazar un mapa sobre el desarrollo de la enfermedad en esa población.

Se trata del Pediatric Outcome of Prenatal Zika Exposure (POPZE), dirigido por la pediatra Luisa Alvarado Domenech, quien lleva más de un año investigando las huellas dejadas por esta condición de la cual aún se desconocen los efectos reales. 

El estudio comenzó en mayo de 2017 y se realiza con fondos asignados de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), y una fase de seguimiento con el apoyo monetario de la Fundación Intellectus. Además, cuenta con la colaboración del Departamento de Salud de Puerto Rico, Ponce Health Sciences University y el Hospital Episcopal San Lucas.

“Estamos reclutando bebés que nacieron de mayo de 2017 a mayo de 2018, pero también hemos invitado a familias cuyos bebés nacieron antes del comienzo del estudio. Hay algunos bebés que nacieron desde octubre de 2016, todos en el Hospital San Lucas de Ponce”, reveló la doctora Alvarado.

“El criterio de inclusión al estudio es que sus mamás tuvieron durante el embarazo, una de dos pruebas que hacen los obstetras y algunos en nuestra Sala de Emergencias cuando vinieron con síntomas positivos al virus del zika”, explicó la investigadora.

De acuerdo a la doctora Alvarado, aunque estos infantes nacieron en la Ciudad Señorial, hay familias que residen fuera de la zona sur. 

“Hasta ahora, tenemos cinco bebés que cualifican con la definición de microcefalia, o sea que están por debajo de las percentiles tres, que es la que se define como el límite menor de la cabeza. No tenemos ningún bebé que quizás presente ese síndrome completo de zika, que estábamos viendo en Brasil y otros países de Latinoamérica”, descubrió la también educadora.

“Si miramos los números nacionales, es de un cinco y seis porciento la posibilidad de tener un bebé con microcefalia, pero nosotros con casi 100 niñitos, estamos más o menos en lo que es la realidad de lo que ocurrió”, agregó. 

Según la pediatra, otro de los hallazgos en gran parte de la muestra es que algunos infantes aparentan tener problemas en la retina.

“Otra de las áreas que creo vamos a tener problemas es en los ojos, con anormalidades en la retina de estos bebés. Lo más importante es poder seguirlos a lo largo del tiempo y saber cuáles de estos bebés van a tener problemas en la vista”, precisó.

La especialista señaló la importancia de darle continuidad al progreso de estos pacientes, sobre todo en el neurodesarrollo.

Sin embargo, Alvarado Domenech destacó que a pesar de lo encontrado se espera que estos niños puedan desarrollarse normalmente, además de recibir ayuda temprana en los aspectos a donde presenten problemas.

“Ese proyecto nos entusiasma mucho porque entendemos que tiene un impacto directo sobre la salud, el futuro de nuestros niños”, esbozó por su parte la economista Elena Colón Parrilla, directora ejecutiva de la Fundación Intellectus.