Muchos aseguran que allí hacen las mejores empanadillas de Ponce, y aunque hablan de un lugar que por afuera no está identificado, lo cierto es la gente sabe dónde está.

Es la Refresquería Bélgica, una humilde estructura color verde ubicada en la calle Cruz del legendario barrio ponceño, a donde llegan cientos de comensales en busca de ese saborcito especial.

El negocio familiar se originó hace más de 30 años de la mano de Marta Martínez Vélez, quien comenzó vendiendo jugos naturales, refrescos, y luego dulces surtidos. Hasta que se le ocurrió hacer frituras. 

“No siempre el negocio ha estado aquí, porque antes estábamos al frente, pero aquí llevamos más de 25 años. Pero como llevamos tanto tiempo pues ya la gente nos conoce”, manifestó la encargada Ivette Díaz Martínez, una de las sobrinas de la propietaria original.

“Aquí trabajamos todos los sobrinos, porque mi tía se retiró y nos dejó el negocio donde hacemos empanadillas de pollo, carne, pizza, corned beef, jueyes y camarones, y alcapurrias de carne y pollo, domplines, habichuelas, jamón y domplines rellenos”, enumeró la mujer de 42 años.

El concurrido espacio recibe clientes de distintos niveles sociales que llegan a degustar el recién preparado manjar a un costo módico, pues los precios entre 50 centavos a $3.00.

La Refresquería Bélgica opera de lunes a sábado, de 8:00 a.m. a 3:00 p.m.