Aníbal Karban Quiñones creció con dos obstáculos que limitaban su aprendizaje, y hasta le decían que con suerte llegaría a duodécimo grado. Esto a causa de condiciones como la dislexia y digrafia, 

Pero el deseo de estudiar fue el motor que lo impulsó a vencer el diagnóstico que amenazaba sus sueños.

Con ayuda de sus padres, el joven aguadillano no solo se graduó de cuarto año, sino que formó parte de la primera clase de Ingeniería Mecánica de la Universidad Interamericana en Bayamón, e hizo una maestría en el Colegio de Mayagüez. Y hace 16 años que trabaja en la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA).

Ese fue el testimonio que contó Karban Quiñones a medio centenar de estudiantes ponceños en la escuela Lila Mayoral, con el propósito de inspirarlos a participar de los internados que ofrece la agencia en el Centro Espacial Kennedy de Florida.

“Ese fue el mensaje que le traje a los estudiantes, que aún con los problemas hay que luchar para poder alcanzar sus metas, y como yo, también pueden llegar a la NASA”, confesó Karban Quiñones.

“No hay limitaciones; los jóvenes que tienen problemas de aprendizaje, o alguna incapacidad, hay una ley que los ayuda y los protege y cuando van a pedir trabajo con el Gobierno Federal, es importante que digan que tienen esos problemas, porque necesitan acomodo razonable. El que tengan algún diagnóstico no significa que no los van a ayudar; no deben tener miedo”, afirmó el ingeniero mecánico de 44 años. 

Pero Aníbal no llegó solo, sino que vino acompañado de sus colegas ingenieros Sherild Rivera Meléndez y José Pérez Morales, quienes interactuaron con el estudiantado ponceño, como parte del Programa de Desarrollo y Operaciones de Sistemas Terrestres (GSDO, por sus siglas en inglés), uno de los tres programas de la NASA ubicado en el Centro Espacial Kennedy.

Según el especialista de la NASA, el próximo internado disponible será en el 2020. Para detalles puede acceder a: intern.nasa.gov.