Expositores, industriales y analistas coinciden que la edición de este año del Consumer Electronics Show (CES) fue un abrebocas de grandes cambios, incluso, a corto plazo y mediano plazo. La cuarta revolución industrial llegó para quedarse y, ahora, el mercado llegó a un punto de no retorno. 

Estas dos fueron las principales conclusiones al cierre del CES 2019, luego de que grandes, medianas y 

pequeñas marcas presentaran sus novedades en Las Vegas, Nevada, la semana pasada. 

Según Michael Kassan, CEO de la empresa MediaLink, asesora de otras compañías, este megaevento “es, para todas las intenciones y propuestas, la llegada de la tecnología 5G”, la cual, en otras palabras, es la quinta generación de conexiones inalámbricas, pero que dista mucho de sus predecesoras. Y es que su valor agregado va más allá de la conexión de un teléfono móvil, una tableta, un computador o cualquier producto en particular, sino en que todos estos estén interconectados y “hablen” unos con otros dándole un nuevo rumbo a todos los sectores económicos y también retos que afrontar, por la necesidad de reinventar todo, o casi todo, lo que hoy existe. 

Valor agregado 

Para John Donovan, CEO de Comunicaciones de la gigante AT&T, quien cerró una de las conferencias el pasado viernes, “esta red (5G) no es solo más rápida y eficiente que todas las anteriores -que hemos aprendido a apreciar-, sino que se trata de una red que trabaja en tiempo real. Esto, en definitiva, nos da nuevas reglas de juego para afrontar”. 

Lo anterior también responde a presencia cada vez mayor de la inteligencia artificial (IA) en los prototipos que se lanzaron en el evento, pasando de ser en el sector de la tecnología un actor de reparto, a llevarse todas las miradas y flashes en el Centro de Convenciones de Las Vegas por cuenta de la apertura de mentes que logró, aunque su camino por recorrer es aún mayor que el del 5G. 

La razón principal se amplía a campos como la ética y la responsabilidad de los datos, ya que la IA consiste en que las máquinas creadas recolecten, procesen y analicen información que se le suministre o capten, de tal modo que puedan anticipar necesidades, gustos o deseos de los consumidores. Esto, por supuesto, requerirá de mucha pedagogía, según dijo la Asociación de Consumidores Tecnológicos (CTA en inglés), organizadora del CES. 

De hecho, en uno de los páneles organizados por el gremio para cerrar el evento, se concluyó que la construcción de mejores relaciones con los consumidores es la clave en la educación sobre la IA, sobre todo en tiempos en que muchas empresas se venden a sí mismas como compañías de inteligencia artificial. Sin embargo, la masificación del 5G y la IA no parece estar a la vuelta de la esquina, en lo concerniente a comercialización.