Amargo inicio del Barcelona en la Liga de Campeones
Bayern Múnich le propinó una derrota 3-0 en la era post Messi al poner en marcha la fase de grupos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Barcelona. Thomas Müller abrió la cuenta y Robert Lewandowski añadió un doblete para que un Bayern Múnich a media máquina le propinase al Barcelona su primera derrota de la era post Messi, imponiéndose 3-0 el martes en el Camp Nou al poner en marcha la fase de grupos de la Liga de Campeones.
La anotación a los 34 minutos de Müller elevó a siete su cosecha personal de goles contra el Barcelona, incluyendo dos en la paliza 8-2 que el club alemán le endosó a los catalanes la última vez que se enfrentaron, en agosto de 2020.
Sin poder persignarse a Lionel Messi como lo hizo tantas veces durante más de una década cuando los partidos se le complicaban, el Barcelona fue un equipo tímido desde el vamos y su intención fue evitar otra goleada de escándalo.
El marcador final no mostró el dominio abrumador del campeón de la Bundesliga. El equipo dirigido por Julian Nagelsmann maniató a la temida maquinaria ofensiva azulgrana, viéndose a un grupo temeroso que se replegó en su propia área.
“Es lo que hay, ahora somos lo que somos”, reconoció el zaguero y capitán azulgrana Gerard Piqué.
“Creo que el resultado es abultado y jugando en casa es un mal resultado, pero si miras el partido creo que en la primera parte hemos competido”, dijo el zaguero y capitán azulgrana Gerard Piqué. “Estoy convencido de que vamos a ir compitiendo. Han sido superiores, no nos vamos a engañar, pero tenemos las bases para empezar a competir”.
Lewandowski se encargó de transformar en goles la supremacía del Bayern al marcar a los 56 y 86 minutos, en ambas ocasiones capitalizando balones que en primera instancia habían tocado los postes.
Los aficionados volvieron al Camp Nou, ocupándolo al 40% de su capacidad, por primera vez en la Liga de Campeones desde que sobrevino la pandemia, pero ni ello alentó a los locales a dar un buen partido.
El Barça había obtenido dos triunfos y un empate en sus tres partidos anteriores, todos dentro de La Liga española, tras resignarse a perder a Messi, en medio de la precariedad financiera.