El 14 de febrero se reconoce prácticamente en todo el mundo como el Día de San Valentín. Es también denominado el “Día del Amor y la Amistad”, pero por razones más comerciales que otra cosa.

Ha sido considerado el día por excelencia para asuntos relacionados al amor, al enamoramiento y a las parejas en general. Pero, ¿quién fue ese tal Valentín que se tornó en santo y ahora lo reconocemos como patrón del amor?

Según la historia, en los orígenes de la iglesia católica hubo tres mártires con ese nombre, pero al que por convención se le ha denominado como el santo del amor es san Valentín de Roma, un médico romano que se tornó sacerdote. ¿Qué de especial tuvo? Que como cura, se opuso a un dictamen del emperador Claudio II de que los soldados no podían casarse por ir esto en contra de la carrera militar. Valentín, haciendo caso omiso, los casaba de forma clandestina hasta que el césar lo descubrió y mandó a decapitar, según se dice, el 14 de febrero del año 269.

¿Por qué celebramos este día?

Los orígenes de la celebración parecen tener su base en una fiesta pagana de la antigua Roma, Lupercalia, dedicada a la fertilidad y con la que los romanos daban la bienvenida a la primavera. La celebraban durante tres días: 13, 14 y 15 de febrero. Cientos de años después, como ocurrió con tradiciones romanas que se fusionaron con ritos de la temprana iglesia católica, que se fundó y tiene hasta hoy su base precisamente en Roma, elementos de esa celebración se unieron a la veneración popular en Francia e Inglaterra de san Valentín de Roma.

A eso se suma que en el siglo 15 fue escrita la primera carta de San Valentín de la que se tiene registro: la que dirigió a su amada el duque Carlos de Orleans mientras estaba preso en 1415.

Pasó el tiempo, mucho tiempo, y tres siglos después, por una de esas razones que se pierden en la historia, en el siglo 18 se popularizó en Inglaterra el intercambio de cartas de San Valentín. Y ya para el 19 se masificó la costumbre con la aparición de las prensas industriales y la aparición de un lucrativo negocio que existe hasta hoy: la producción de tarjetas y postales de amor.

La iglesia católica observó la fiesta de San Valentín hasta poco más de mediados del siglo pasado, cuando el papa Pablo IV la eliminó del calendario litúrgico (lo que se observa hoy según el rito católico es el día de los santos Cirilo y Metodio).

Sin embargo, la tradición caló demasiado profundo en la cultura popular y aun es considerada la fecha por excelencia para venerar el amor.