El 6 de enero es una fecha muy especial en Puerto Rico y en muchos otros países de raíces cristianas.

Los creyentes han convertido a los tres Reyes Magos “en una de las historias más fascinantes que hay en el mundo cristiano. Y no es por lo que la Biblia nos cuenta de ellos, que en realidad es muy poco, sino por todo lo que la Iglesia y los creyentes han concebido respecto a su figura”, según el doctor especialista en teología e historia del cristianismo, Luis Esteban Castro.

De este modo, hay quienes deciden recibir a Melchor, Gaspar y Baltasar, por medio de oraciones y ritos. De hecho, igual que en la Isla, en otros países y culturas también suelen intercambiar regalos para esta fecha, replicando el acto de los peregrinos al ofrecer sus presentes al niño Jesús. En la biblia, el nacimiento del niño Jesús representa la salvación para la humanidad. Por lo tanto, los Reyes Magos le obsequiaron oro, incienso y mirra.

De hecho, el “evangelio de Mateo tiende a tratar de contrastar cada evento con alguna profecía sobre el mesías. Muchas de ellas hablan de reyes que se postran ante él y que le dan obsequios”, explicó Castro. No obstante, muchos se preguntan por qué entregaron estos regalos. Le contamos qué significa cada uno de estos.

Oro

Este metal precioso en numerosas culturas ha sido sinónimo de riqueza y realeza. Es decir, se lo obsequiaron como representación de ‘El Rey de Judíos’, según el portal de National Geographic.

Incienso

El incienso es caracterizado por ser una resina extraída de árboles del sur de Arabia, por ende, emitía una dulce fragancia que, hasta el día de hoy, es vista como símbolo de espiritualidad, además de ser usada en ceremonias religiosas.

Mirra

“La mirra es otra resina, extraída de la savia vital de otro árbol del desierto. Era un ingrediente clave en la preparación del aceite sagrado que impartía santidad”, según el medio Deseret News. Finalmente, el portal Etimología de Chile explica que “La mirra representa la amargura que sufriría en la pasión y muerte al salvarnos del pecado”. Este último regalo, actualmente, es usado para embalsamiento y entierros, dado que cuenta con propiedades que hacen que se pueda preservar el cuerpo.