En una época donde ya no existe el prejuicio antiguo sobre la psicología, más personas acuden a profesionales de la salud mental por diversos motivos. Algunos de ellos, lo hacen para encontrar apoyo con respecto a la persona con la que les toca convivir, ya sea un familiar, un amigo o un compañero de trabajo. En cualquier entorno se pueden encontrar manipuladores y, en ese sentido, la doctora Cortney Warren, una psicóloga de renombre de la Universidad de Harvard, dio a conocer ocho frases comunes que utilizan este tipo de personas y reveló los mejores consejos para contrarrestar el efecto que tienen.

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“Estás loco/a”

“Estás loco/a”; “Deberías tomar tu medicación”; “Si te da la cabeza” y “Piensa un poco antes de hablar”, son algunas de las frases que identifica la doctora en las personas manipuladoras porque buscan sembrar dudas en la estabilidad emocional de los demás. Este tipo de comentarios no hacen más que poner en tela de juicio la racionalidad del otro.

En el caso de recibir algún tipo de comentario así, la especialista sugiere responder con firmeza: “Por favor, no pongas en duda mi capacidad para pensar” o “Aunque no estemos de acuerdo, así es como yo veo la realidad”.

“Estás exagerando”

Los manipuladores tienen un largo prontuario de respuestas a diversas situaciones y una de ellas es tildar de dramático/a a la otra persona cuando se comienza a percibir sus intentos de manipulación. Lo que busca es invalidar las sospechas de la otra persona, haciéndole creer que no tienen justificación.

Ante este tipo de frases, la psicóloga recomienda responder: “Comprendo que no compartas mi punto de vista, pero así es como me siento en este momento. Te agradecería que respetaras mis sentimientos, ya que son míos y no están sujetos a debate”.

“Era un chiste”

Esta probablemente sea la frase más común entre los manipuladores: lanzar un comentario hiriente o una crítica, y a los segundos disfrazar el momento como si fuera una broma inocente. En este caso, es importante hacerle saber a la otra persona que su comentario lo lastimó, aunque lo haya disfrazado de una broma. Warren sugiere responder con firmeza: “No percibí tu comentario como una broma, y te pido que no me hables de esa manera”.

“Si me quisieras, me dejarías hacer lo que quiero”

Dentro de las relaciones amorosas, algunas de las frases comunes pueden ser: “si realmente me quisieras, no saldrías ahora con tus amigos”; “Si me amaras, comprenderías mis necesidades y me apoyarías” o “Si me quisieras, harías esto por mí”. En estos casos, lo que busca la persona es generarle sentimientos de culpa a la otra persona y de acusarlo de no amar lo suficiente como para cumplir con sus pedidos.

La doctora sugiere responder: “Mis límites son una manifestación de mis valores y de cómo elijo vivir mi vida. No me siento cómodo/a haciendo esto. Te estoy diciendo, no pidiendo, que respetes mis límites”.

“Solo te digo esto porque te quiero”

Este tipo de advertencia, que aparentemente es con buena intención, es otra de las señales para detectar a un manipulador. En estos casos, las personas hacen comentarios hirientes o abusivos con el argumento de que provienen desde un lugar de amor. “Deberías cuidarte más porque estás subiendo de peso y te lo digo porque me preocupo por ti”, podría ser un gran ejemplo.

En estos casos hay que establecer límites saludables. La doctora sugiere responder: “Agradezco tu preocupación, pero no acepto este tipo de demostración de amor”.

“Es por tu culpa”

Las personas manipuladoras son capaces de culpabilizar a otros de acciones perjudiciales. Pueden sembrar dudas en la mente, en sus acciones e intenciones. Pueden sonar tan convincentes que logran que la otra persona se cuestione.

En esta ocasión hay dos opciones. Primero evaluar el problema e identificar cuan responsable se es sobre lo que se le acusa. En el caso de no ser responsable, se puede responder: “Estoy dispuesto/a a asumir mi parte de responsabilidad en este asunto, pero no voy a aceptar la tuya”.

“Eres la persona difícil”

El fingir con otras personas, para sembrar dudas en la mente del otro y convencerlo de carecer de un apoyo externo, es una estrategia para hacerla sentir aislada y dependiente de su respaldo.

Ante estas situaciones, la psicóloga sugiere: “Agradecería que expresaras tus propias opiniones en lugar de hablar en nombre de los demás”.

“El verdadero problema es...”

En el momento en el que se confronta a un manipulador, este puede intentar desviar la atención y buscar culpables externos. Lo importante en estas ocasiones, según la doctora Cortney Warren, es volver al centro de la conversación, con respuestas como: “Por favor, mantengamos el tema en discusión” o “Parece que estás evitando abordar tu contribución al problema”.