El Departamento de Educación detuvo le edificación de una escuela temporera a base de módulos en el municipio de Yauco, tras trascender que la comunidad en la que se ubicaría nunca fue consultada ni orientada sobre los trabajos que se realizarían en su parque y al encontrar el rechazo del alcalde Ángel Torres por entender que la obra no resuelve el mayor problema educativo que enfrenta su pueblo a causa de los terremotos.

El director de la Oficina de Infraestructura del Departamento de Educación, el ingeniero Enrique Questell Pereira, informó a Primera Hora de la paralización de la obra.

“Al momento, el proyecto está detenido. De parte de nosotros, estamos buscando otras alternativas. Se está evaluando otros terrenos”, afirmó.

El alcalde detalló que espera que para el próximo lunes se le informe qué sucederá con la construcción de la escuela modular en su pueblo, la cual se construiría a un costo de $5.2 millones de fondos provenientes de la Agencia para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés).

La controversia por la construcción de lo que sería la escuela temporera Benicia Vélez, en el parque de la urbanización Villas del Cafetal, en Yauco, tiene varias vertientes.

Uno de los líderes de la comunidad, Javier Rojas Gómez, denunció que ninguna agencia gubernamental ni el alcalde les consultó ni les explicó que cerrarían el terreno que constituye el parque comunitario para construir ahí la escuela modular.

“El 11 de enero llego del trabajo y aparecen unas varillas y por la tarde llegan a ponerle el taponcito en las varillas para que a ningún niño le pase nada”, expuso.

El acto fue la señal de alerta de que algo extraño ocurría en la urbanización. Dijo que comenzaron a indagar sobre lo que acontecía, sin éxito. Contó que el 17 de enero se colocó un letrero que advertía de un permiso de ubicación. Con ese número que se señalaba, buscaron por las agencias gubernamentales concernientes hasta que se toparon con la noticia de que albergarían a una escuela en medio de su comunidad.

Actualmente, el predio de terreno está cercado, tiene un guardia de seguridad velando por los materiales que allí se han depositado y un vagón que ha tapado la rampa de impedido, según explicó el líder comunitario.

“Vino el gobierno, cerró el parque y esto es de nosotros… No sabemos qué va a pasar y siguen trayendo materiales y ya pusieron un guardia de seguridad allí hace dos noches cuidando los materiales”, expuso.

A través de los múltiples trámites que ha realizado la comunidad, lograron que el secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés, los visitara el día en que el gobernador Pedro Pierluisi inauguró una escuela modular en Guánica. Eso fue el pasado 24 de enero.

La construcción impedirá a los niños de la comunidad usar su parque recreativo.
La construcción impedirá a los niños de la comunidad usar su parque recreativo. (Suministrada)

Pero, Rojas Gómez señaló que la falta de una respuesta precisa hacia la comunidad los llevó a hacer la denuncia pública.

“Entendemos que no nos escuchan”, sostuvo, al comentar que la mayoría de los residentes de la urbanización son personas retiradas.

Alcalde se opone

El alcalde, sin embargo, explicó que ayer, miércoles, sostuvo una reunión con personal del Departamento de Educación en la que se le informó de la paralización de la obra. Dijo que la agencia le pidió 72 horas para tomar una decisión. Por tal razón, augura que para el próximo lunes se conocería qué pasaría.

Torres, sin embargo, expuso que ha sido claro con la agencia de que se opone a que se gasten $5.2 millones para construir una escuela que solo albergará 96 estudiantes, 37 de los cuales viven en la urbanización afectada. Es que estos estudiantes están ubicados en la escuela Inés Mendoza, bajo el sistema de “interlocking”, dijo.

“Entendemos que no sería necesario que se construya allí estos modulares”, manifestó. “No resuelve la situación más apremiante, pues nosotros nos oponemos”.

Expresó que, en cambio, su municipio prefiere usar el dinero para resolver el problema de 1,400 estudiantes de la escuela superior Luis Muñoz Marín y la intermedia José Onofre Torres, muchos de los cuales están bajo un sistema híbrido de educación, entre virtual y presencial.

Expuso que ambas escuelas enfrentaron muchos daños estructurales tras los terremotos que han afectado la zona. De hecho, comentó que se evalúa la posibilidad de construir planteles nuevos. Por ello, insistió en que se utilicen esos $5.2 millones para resolver el problema para la mayor cantidad de estudiantes afectados.

“Entendemos ese dinero asignado se debe usar para tener un plan alterno, que es arreglar la antigua universidad Ana G. Méndez y la antigua mueblería Economuebles, localizada en la calle 25 julio, que el municipio va a adquirir con fondos ARPA”, detalló.

Dijo que en la mueblería se podría ubicar la escuela superior, si Educación pone los modulares en unos terrenos que la Autoridad de Tierra tiene al lado de la estructura para crear más salones para los 1,000 alumnos que tiene. Mientras, abogó por la reparación de la antigua universidad, que está en un centro perteneciente a la Compañía de Fomento Industrial, para atender a los 400 estudiantes de la escuela intermedia.

Cabe destacar que el alcalde alegó que desconocía que Educación había determinado edificar la escuela modular Benicia Vélez. Señaló que solo se le había informado que no habría dinero para construir las cinco instalaciones modulares que le prometieron en un inicio.

“Nunca se me entregó un plano ni se me dijo con antelación que ya iba a construirse”, planteó Torres.

Aceptó, sin embargo, que “ofrecimos siete posibles espacios que quedan cercas de las escuelas que quedan delimitadas en rojo” y que el parque comunitario de la urbanización fue uno de ellos.

En pausa Educación

El directivo de Educación que concedió la entrevista lamentó la situación por la que atraviesa la comunidad, que no fue consultada a la hora de determinarse que allí se ubicaría una escuela modular.

Explicó que la agencia contrató a la Autoridad para el Financiamiento de Infraestructura (AFI) para realizar la subasta y gerenciar la obra. Dijo que, cuando supieron de la situación, detuvieron la construcción.

“Estamos consciente de las preocupaciones de la comunidad. Estamos buscando otras alternativas que no afecten el progreso del diseño”, señaló.

El ingeniero explicó que ya la obra está diseñada, por lo que el terreno tiene que poseer características similares al que está en la urbanización Villas del Cafetal y no puede estar en zona inundable. Es que comentó que no pueden elevar el costo de la obra.

Aceptó que, si no logran conseguir otro lugar para establecer los módulos, se hablaría con la comunidad para intentar conseguir su apoyo.

“Si la decisión final recae que lo más práctico y sensato para el Departamento es tratar de seguir en esa localización, ciertamente se hablaría con la comunidad”, afirmó Questell Pereira.